viernes, enero 31, 2014

TO KILL OR NOT TO KILL


"En un asalto: si le piden objetos de valor, entreguelos,
si lo golpean, y sabe cómo, golpee y aléjese,
si está en peligro inminente de muerte, y puede, mate antes de que lo maten."
-Lógica e Instinto.



Los hechos de sangre que vienen azotando al país en la última década nos hacen preguntarnos qué está pasando en México.

Dicen que nadie experimenta en cabeza ajena, solemos ser insensibles y hasta apáticos cuando nos enteramos de algún asesinato, cualquiera que haya sido el móvil, llámese ajuste de cuentas, asalto, secuestro, violación o ejecución, dicen que es culpa de los medios, pero creo que los medios solo reproducen la realidad, tal vez le agreguen de su “cosecha”, pero no se andan inventando muertos porque sí.

Puede ser que el saber de tanto asesinado a diario nos haga un tanto carentes de la capacidad de asombro que de niños tuvimos, no quiere decir que ya no nos importe, más bien creo que comparten mi manera de pensar y concluyen que ya no es noticia, lo que antes era novedad hoy, desgraciadamente es cotidianeidad, noticia volvería a ser una baja en el índice de asesinatos, o de plano que dejan de ocurrir.

Quienes nos detenemos a pensar un momento en las personas que pierden la vida posiblemente hacemos una clasificación de los que se lo merecían y los que ni la debían ni la temían, quienes están en la guerra contra el crimen organizado saben que cada día puede ser el último, llámese capo, sicario, gatillero, pistolero, informante, traficante, policía, ministerio público, militar, juez, autodefensa, etc., saben a lo que se exponen, pero los que no tienen intención de entrar a la fiesta están cayendo también, le llaman daño colateral, y nadie les pregunta si quieren ser parte de la estadística.

Después de este pequeño panorama que les acabo de plantear quiero que piensen por un momento si acaso no ha pasado por su mente el cómo evitar ser víctima de esa gente sin escrúpulos que van por ahí quitándole la vida a sus semejantes, no soy partidario de ninguna religión, sin embargo estoy consciente que muchas veces los 10 mandamientos, hayan o no hayan sido dictados por Dios, son un catalizador para sociedad promedio, si bien en otras religiones no existen los 10 mandamientos cuentan con otras reglas que lo mismo condenan ciertas prácticas que se consideran como impuras o pecadoras, y creo que una de las más importantes es “No Matarás”.

Si de por sí matar ya es algo malo, imagínense cuando se hace torturando a las personas, va en ello una siniestra maldad más allá de la comprensión y justificación conocida, el ser humano puede crear vida, pero también puede quitarla, sin embargo en el segundo caso ha ideado métodos terribles a través de la historia.

Pero regresando a la pregunta que les planteo, ¿han pensado cómo evitar ser parte de la estadística?, bueno imagino que sí, y posiblemente han pensado desde comprar un arma, convertir su casa en una fortaleza, contratar guaruras, blindar sus autos, aprender a defenderse, etc., sin embargo déjenme decirles que es muy posible que en su intento de conservar su vida termine quitándosela a quien quiere hacerle daño, a eso también se le puede llamar daño colateral, instinto de supervivencia, o por último, reflejo.

Las leyes sentencian las autodefensas, la justicia por propia mano, la portación de armas, la utilización de artefactos de defensa personal, entre otras cosas, pero al final no pueden eliminar la información genética que todos los seres humanos traemos y que compartimos con casi todos, si no es que todos, los seres vivos, y es el instinto de supervivencia, si vemos que nuestros semejantes caen sin haber buscado ese destino fatal es obvio que buscaremos protegernos y proteger a los nuestros a costa de lo que sea.

Alguna vez, en una clase de defensa personal se nos aconsejó sobre la manera en que debemos actuar ante una situación de agresión en nuestra contra, específicamente un asalto, lo primero es entregar nuestros objetos de valor y cooperar con el agresor, no intentar nada audaz ya que no somos más rápidos que una bala ni tan mortales como un machete o cuchillo, sin embargo cuando existen golpes y agresiones físicas hacia nuestra persona y existe una oportunidad de responder a la agresión hay que accionar con rapidez y contundencia  abandonando inmediatamente la escena, pero cuando nuestra vida está en peligro inminente y hay que elegir entre nosotros y nuestro agresor el instinto hará lo propio y la razón vendrá con él para quitarle la vida a quien desea quitárnosla.

Lo que planteo puede ser escandaloso, pero cuando se trata de la vida propia o la de un ser querido no existen limitantes para resguardarla, desafortunadamente se entra en una espiral de violencia casi infinita, el instinto no entiende de leyes, cuando la vida está en juego la prioridad es luchar y sobrevivir.


Nadie está exento de sufrir una agresión de cualquier tipo y sería realmente importante que como cualquier imprevisto no nos tomen desprevenidos, si el estado no puede garantizar nuestra seguridad nosotros tenemos que buscar la manera de prepararnos para no sucumbir ante la inseguridad, hay que cambiar o modificar hábitos, aprender a manejar situaciones de peligro, educar a nuestros familiares sobre cómo reaccionar ante situaciones extremas, informarse sobre qué medios de defensa son permitidos, sus alcances y limitaciones, tomar cursos, si es posible, familiares de defensa personal, etc., al final del día estamos solos y si nos preparamos un poco para lo peor, estaremos un paso delante de nuestros agresores.

viernes, enero 17, 2014

POR QUÉ NO...


Parental Advisory: Este relato puede contener lenguaje o contenido ofensivo y/o explícito.

"La marihuana produce perdida de memoria y otras cosas que no recuerdo"





Carlos y Marcos habían decidido pasarla bien esa noche y para ello tenían que armarse para una velada excelente.

  -Entonces mi estimado Marcoy hay que hablarle a esas nalguitas para ver si quieren ir con nosotros a tomar unas chelas.

  -Ya te dije que si coño, pero no la vayas a cagar de nuevo, te pones de mala copa y ni quien te aguante, la última vez cruzaste trago, mota, cheve y tacos y  vomitaste bañando a la vieja esa con la que andabas bebiendo carnal, a ver, pregúntale  si va a querer salir contigo otra vez .

  -¡Chale!, ni aguanta nada, además esa vieja estaba tan peda que te aseguro que ni se acuerda.

  -Pues yo digo que sí se acuerda y si le hablas te va a mandar a la “mialda”.

  -Cálmate Daddy Yankee, cállate y saca pál pomo.

  -Ya viste, ahí vas de puerco, tranquilo, vamos a chelear, vamos a llevarla en paz.

  -Tá bueno, pásate al Oxxo por un six para ir calentando pues, mientras con tu permiso “voy a liar una bacha, con un poco de mois”

  -Ándale esa voz me agrada, que sean dos por favor.

  -Como vez que mi novia dice que esta madre es mala para la salud, que nada más me induce a la vagancia, pero está pendeja, cuál vagancia, ¿y mi puto trabajo de oficina qué?, ¿de dónde cree que saco para comprar esta mierda pues?

  -Tienes razón carnal, si ya está uno metido hasta el cuello en esta puta madre del capitalismo, el sistema, las transnacionales y la globalización…

  -¡A huevo!, por eso date un toque para olvidarnos de todas esas chingaderas, podrán encerrarnos en su consumismo de mierda pero nuestros espíritus siempre serán libres.

  -Oye carnal, ¿y si nos caga tanto el puto capitalismo por qué traemos coche del año, Smartphone de última generación y somos asalariados?

  -Puta madre, ya viste cabrón, te acabas de dar un toque y ya estás haciendo preguntas pendejas, por personas como tú es que dicen que la mota es mala y te atrofia el cerebro, ándale dale otro toque para ver si ya te callas.

Los amigos siguieron su camino mientras conducían por el periférico al filo de la media noche.

  -Oye Carlangas , ¿y tú que crees que sea más chido pál viaje, los hongos, el peyote o la mota?

  - No sé cabrón no he probado ni los hongos ni el peyote, ya vez que dicen que hay que tener una especie de guía o chamán pá no tener un mal viaje o quedarte loco.

  -Bueno y cómo sabemos que lo que estamos viviendo en este momento es real, quién te dice que en realidad salimos de mi casa y quién te asegura que no  nos quedamos ahí fumando una bacha y que todo esto es un viajesote.

  -Pues yo esto lo estoy viendo muy real, me siento bien, “I feel good”…

  -A lo mejor tú y yo somos una proyección de los verdaderos tú y yo y nos desdoblamos a consecuencia de tanta pinche mota que fumamos y esta conversación realmente no está pasando.

  -Pues la música suena muy real, la escucho nítida, y si saco mi mano por la ventana puedo sentir el aire frio de la noche y…

En ese momento una camioneta roja a toda velocidad pasó a un costado de la camioneta de Carlos y Marcos, Carlos apenas pudo meter la mano.

  -¡No mames!, ese cabrón casi me lleva la mano.

Marcos enojado grita a todo pulmón a quien casi los choca.

  -¡Pendejo manejas como marihuano!

Se hizo un silencio y los dos amigos se voltean a ver estallando en carcajadas, pero un ruido estruendoso los regresa a la realidad, la camioneta que casi los golpea perdió el control debido a la velocidad tan alta a la que era conducida, por su movimiento errático el conductor parecía haber pestañeado y al volver en sí volanteó girando la camioneta que, debido a la fuerza de aceleración al golpear una banqueta con una de las llantas se volcó de manera violenta, volaron vidrios, plástico y pedazos de metal.

En ese momento Marcos frenó con todas sus fuerzas, nunca había visto un accidente de esa magnitud, por lo menos no uno real, solo en las películas.

  -¡No ma-mes!, ¿viste?, se partió la madre carnal, ¿qué hacemos?

  -Pues no sé, hay que ver si está vivo el cabrón y llamamos a la policía.

  -Si, ¡a huevo!, así de pedotes y marihuanos como andamos  les explicamos a los polis que ese ojete casi nos mata y se terminó haciendo miarda el solo ¿no?

  -Si verdad, y bueno cuál es el plan.

  -Yo digo que le marquemos a la poli al número de emergencia ese y les digamos que vengan por él acá y pues que lo ayuden, cómo ves.

  -Dale, dale, nomás acércate para que les digamos bien que pex.

Marcos puso en marcha su vehículo y se acercó a la camioneta de modelo similar a la suya, el conductor no estaba solo, venía acompañado, dos mujeres jóvenes y su copiloto, también hombre, yacían de cabeza aún sujetados con el cinturón de seguridad.

  -Pinche masacre loco, hay que bajarnos, a lo mejor podemos hacer algo.

  -Ya te dije que no, nos van a agarrar a nosotros por metiches, vámonos, además andamos pedotes y marihuanos, nos puede shokear lo que veamos, que tal si se les salieron las tripas o los sesos.

  -Cómo que los esos puerco.

  -Los sesos cabrón, el cerebro pues idiota.

  -Ya cálmate, yo digo que si aguanto machín, no me tardo, aguanta.

Carlos se bajó del vehículo, caminó sobre fragmentos del parabrisas roto esparcido al redor de la camioneta volcada,  se dispuso agacharse para poder ver bien la situación pero entre las cervezas que se había tomado y el porro que había fumado no lograba descifrar  bien el rostro ensangrentado del conductor.

Mientras Marcos paranoico miraba insistente el retrovisor y los espejos laterales, temía que las luces rojas y azules comenzaran a asomarse en cualquier momento, con ambas manos en el volante retorcía el protector del mismo, no se explicaba cómo es que Carlos tardaba tanto, seguramente se había frikeado tanto con la sangre y esas cosas y no reaccionaba, comenzó a llamarlo.

  -¡Carlos!, ¡Carlos!, apúrate maldito borracho, ¡Carlangas, vámonos!

En eso estaba cuando escuchó un grito, conocía esa expresión y bajó de inmediato de la camioneta no sin antes maldecir la pendejés de su amigo.

  -Qué te pasó cabrón, por qué gritas…

Lo encontró de cuclillas frente al marco deformado donde alguna vez había estado el parabrisas agarrándose la cabeza como no dando crédito a los que sus ojos veían, pero Marcos aún no se percataba de qué era, trataba de tranquilizar a su amigo que en un momento de lucidez le señaló la escena a su amigo, Marcos giró la cabeza para ver lo que Carlos señalaba y el tiempo se detuvo por un instante antes de caer sentado por la impresión.


  -Somos nosotros amigo- dijo entre sollozos Carlos.

  -Qué madre está pasando aquí, se parecen a nosotros, pero, ¿seremos nosotros?

Carlos sacó su celular y marcó un número.
  -A quién le hablas cabrón.

  -A mi…

  -Estás pen…

El celular en el cuerpo del Carlos inconsciente comenzó a sonar. Carlos comenzó a llorar, murmuraba cosas sin sentido. Marcos no daba crédito y se puso de pie y comenzó a gritarles a los tripulantes de la camioneta, nadie respondía, nadie se movía, Marcos pateaba el vehículo maltrecho pero nadie respondía, no podían hacer nada, entraron en estado de shock, pero una luz cegadora y un claxon acompañado de mentadas de madre los hizo reaccionar, una Hummer amarilla con faros de alógeno de una intensidad grosera estaba frente a ellos, el conductor se asoma por la ventana para gritarle a Carlos y a Marcos.

  -Quítense del camino iditas, están borrachos o qué chingaos.

Marcos no entendía lo que sucedía la luz era intensa pero bajo los influjos de la hierba el brillo de los faros lo cegaban casi totalmente.

  -Ayúdenos señor, estamos muertos, bueno nosotros no, ellos, que se parecen a nosotros, pero nosotros estamos acá, aunque parezca que estamos allá y…

  -Estás loco mueve tu camioneta que está estorbando el paso.

El conductor de la Hummer rodeo el vehículo y a los muchachos y se alejó rápidamente, una vez que los muchachos lograron recuperarse del destello en sus ojos descubrieron con asombro que ya no había camioneta volteada, no cuerpos, pero las marcas de llantas y vidrios esparcidos seguían ahí.

Los dos jóvenes se miraron mutuamente por unos segundos sin decir nada y de la nada estallaron en una carcajada sin razón aparente, secándose las lágrimas causadas por el ataque de hilaridad que habían sufrido se quedaron en silencio, Carlos rompió el silencio.

  -Qué viaje, men, ¿otro cigarrito?

Marcos lo miro fijamente a los ojos por un momento, sabía que su amigo Carlos estaba loco y que era posible que las cosas no salieran bien la próxima vez, pero las cosas no se confirman por supuestos.


  -¿Por qué no?    

domingo, enero 12, 2014

MI MOMENTO, TÚ MOMENTO, SU MOMENTO, NUESTROS MOMENTOS Y LA MÚSICA II

"Canto porque me levanto 
siempre con las mismas penas 
con las heridas abiertas 
que siguen sin cicatrizar..."
Canto...El mismo dolor, E. Bunbury


El Viaje a Ninguna Parte desde el punto de vista de mi “momento”, en ese momento.

Disco 2.

La vez anterior olvidé mencionar que la lectura de esta reflexión de los “momentos” se acompaña mejor escuchando el disco en cuestión: El Viaje a Ninguna Parte de Enrique Bunbury, y sé que dije que continuaría con la reflexión del mismo si se me daba la gana o alguien me lo pedía, pues dado que en realidad no se me dio la gana y alguien sí me lo pidió, es mi deber cumplir con tal petición en nombre de los que no se atrevieron o que definitivamente les dio igual.

El anzuelo, solo puedo decir que solemos ser seducidos por cosas que parecen muy buenas, pero hay que ser un poquito desconfiados, que no nos ciegue lo que a primera vista nos deslumbra, usemos lentes oscuros y observemos bien lo que tanto nos haya gustado, no vaya a ser que al final…mordamos el anzuelo y caigamos en la trampa.

Una canción triste, para esos momentos bajos, para cuando, si es el caso, te enamoraste, perdiste el sentido de la realidad, creíste en verdades absolutas, de él o de ella, defendiste a capa y espada tu creencia, en el amor, su amor, mandaste al diablo todos, hasta  la verdad misma, a la realidad la drogaste con un poco de ese polen, que él o ella emanaba, para que no te molestara, todo para que al final en un momento de lucidez descubrieras que todo había sido mentira, Entonces es cuando necesitas una canción triste.

La Pulpería de Lucita, a veces uno huye a lugares que lo confortan a pasar ese dolor tan grande que según nuestra tradición folclórica nos indica solo puede ser curada con unos tragos, la verdad es que es el pretexto para llevar a beber al consiente para que caiga hasta morir de borracho y dejemos salir a nuestro verdadero yo herido que necesita expulsar todo ese dolor contenido, lo mismo puede ser en la pulpería de Lucita que en Extra u OXXO de su preferencia, y ya si cuentan con más capital en el congal de su preferencia, solo u acompañado.

Por un mal nacido, oda al ardor al más puro estilo de José Alfredo Jiménez. Aplica a ambos sexos.

Voces de tango, con los años el dolor te hace irte, a cualquier parte, a donde no esté él o ella, según sea el caso, pero al final el cuerpo, el alma y el corazón desean tener un lugar al cual regresar, y con alguien que nos esté esperando, alguien que no nos presione, que no prometa cosas imposibles y que no pida más de lo que uno puedo dar, porque curiosamente cuando una regresa de un viaje de decepción pocas veces se puede volver a dar a manos llenas y a confiar.

Palo de mayo, si en tu camino te topas con un grupo de bailarinas o bailarines, cual sea el caso, urbanos que insisten en enseñarte a bailar, embriágate lo suficiente para olvidar que tienes la gracia de un hipopótamo, fuma hierba y baila hasta que, ellas o ellos, te pierdan el respeto. No pongan cara de ¡qué!, es lo que dice Enrique en esta rola. Como que dan ganas de ir a esa librería en Managua.

Trinidad, digamos que en su camino del consuelo se topan con una persona que les llama la atención, en la mañana es de una forma, a medio día es de otra y ya en la noche distinta de nuevo, solo hay tres posibles respuestas para esta situación, o se drogaron  demasiado, o están saliendo con trillizas o trillizos o de plano su prospecto está demente.

La señorita hermafrodita, no todo lo que brilla es oro muchachos, de noche todos los gatos son pardos.

El aragonés errante, la realidad por muy dura que sea la podemos enfrentar con un poquito de fuerza de voluntad, a veces hay que disfrutarla, no hablo de ser masoquistas, pero algo se aprende de lo que nos sucede, Gustavo Adolfo Becquer, leí en una novela de Taibo II, escribió: “Nadie muere de amor mientras sepa que alguien los está queriendo”. La melancolía suele ser una purga al corazón, y lo digo por aquello de que en algunas personas ejerce un efecto lacrimógeno inmediato, disfrútenla, pero recuerden, nada con exceso, todo con medida.


Canto…El mismo dolor, no sé si aquí se puede aplicar aquella frase que dice “no pain, no gain”,pero el dolor puede volvernos más fuertes o tirarnos en la lona para ya nunca levantarnos, los dolores del alma y el corazón son los más peligrosos, son como los hongos alucinógenos, nos harán el efecto que nuestra alma y corazón les dicten, he ahí el detalle, por eso hay que rebajarlo, de la manera que más les acomode, pero sugiero cantar, ese dolor se convertirá en el combustible que se necesita para entonar bien o mal esa melodía, que debe ser la correcta, para quemar ese dolor que los consume, y ¿cómo saber cuál es la melodía indicada?, lo sabrán cuando canten la primera estrofa.

viernes, enero 10, 2014

MI MOMENTO, TÚ MOMENTO, SU MOMENTO, NUESTROS MOMENTOS Y LA MÚSICA

"Una canción triste
para los momentos bajos 
para sentirte acompañado 
cuando te sientes vencido"
Una Canción Triste, E. Bunbury. 
El Viaje a Ninguna Parte




¿Alguna vez haz escrito una canción?, ¿alguna vez haz escrito algo en tu vida?, y con la canción no me refiero a tomar una guitarra y crear acordes para agregarle la letra, yo ni siquiera toco guitarra, ni piano, ni nada que se le parezca, pero si me he preguntado el significado de muchas canciones y poemas, no siempre el autor es tan predecible, cuando escribo yo si suelo serlo, o al menos así me percibo, pero, regresando al tema,¿alguna vez haz escrito una canción?, yo sí, y también puedo decir que es posible que no sea tan bueno como los compositores más conocidos, pero espero que cuando por fin esa letra que escribí se complemente con música, se convierta en una especie de tema musical para el “momento”, no sé qué “momento”, pero ese “momento” en donde pareciera necesitamos una especie de banda sonora para nuestra vida, porque hay “momentos” donde desearíamos nos acompañara quizás una bella pieza instrumental, un coro o un bolero, yo que sé.

Y aunque a veces no conocemos al compositor y mucho menos al que interpreta la pieza en cuestión, cual quiera que esta sea, pensamos en que esa melodía o disco completo fue hecho pensando en nuestro o nuestros “momentos”, y es ahí donde vamos creando el sound track de nuestra vida, con canciones propias, prestadas, robadas y regaladas.

Muchos no tenemos la capacidad de aventurarnos con nuevas canciones, nuestro repertorio se limita y este no siempre se ajusta a nuestros “momentos”, es ahí cuando te das a la tarea titánica de inventarte una letra o una melodía para ese momento, y todo porque tu ramillete de artistas y compositores no tuvieron la delicadeza de pensar en el “momento” por el cual estás pasando y entonces debes arreglártelas solo.

Hay un disco que llegó a mí en un “momento” difícil de mi vida, ya saben, la típica historia de la ruptura sentimental de …la historia de un amor como no hay otro igual, dice la letra, eso decimos todos, y lo decimos siempre; el disco del cual hable es El Viaje a Ninguna Parte de Enrique Bunbury, para quienes me conocen es casi obvio que me haya gustado ese disco solo por ser de Enrique, pero puedo decir a mi favor que realmente el disco es bueno, y se adapta a una serie de acontecimientos que suman la separación amorosa, un viaje a cualquier parte, un grito revolucionario en contra de la codependencia, una llamado a la reflexión y una invitación a la rebeldía, claro, solo si estaban perdidamente enamorados hasta al grado de no tener ojos ni vida para nadie más y posteriormente hicieron un viaje de muchas horas en carretera, entonces si aplica, y bueno, ese fue mi momento y ese disco el sound track del mismo.


El Viaje a Ninguna Parte desde el punto de vista de mi “momento”, en ese momento.

Disco 1.

Que tengas suertecita, muchos cuando rompen con alguien pueden desearle lo peor, o pueden ser conscientes  de que el karma es un boomerang que lanzamos con mucha fuerza, nos olvidamos de ello, y cuando regresa puede tomarnos desapercibidos y golpearnos violentamente, entonces como dice el también maestro Andrés Calamaro …mejor somos amigos, porque para enemigos hay un montón de gente,  debemos ser maduros y desearle lo mejor a los que dejamos, nos dejaron o qué se yo.

Los restos del naufragio, cuando una relación llega a su fin nos sentimos destrozados, nuestro barco, el amor, pasa por una tormenta, la ruptura, a la que no sobrevive intacto, y perdemos muchas cosas que eran parte del cargamento de ese barco, buenos momentos, ilusiones, etc, pero aunque ese barco naufrague nos quedan buenas cosas para seguir con vida, para seguir nuestro camino.

El rescate, en ocasiones decimos te odio, ya no te quiero, no te quiero volver a ver, pero tal vez estemos pensando todo lo contrario, un ¡no me busques! Es en realidad un ¡búscame!, un ¡lárgate! Es un ¡no te vayas!, pero como somos malos para la psicología inversa no desciframos esos códigos, y nos enceramos en nosotros mismos esperando a que alguien nos rescate, lo malo es que no siempre él o ella, están dispuestos a pagar el precio del rescate, el orgullo y otras cosas nos dejan sin fondos o liquidez alguna.

Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, o lo que es lo mismo, no hagas cosas buenas que parezcan malas y viceversa, pero ya en serio, ¿podemos evitarlo?

Carmen Jones, existen los buenos amigos, los que te animan cuando pasas por malos momentos, muchos y muchas Carmen Jones, bueno eso creemos, pero si no le contamos nada a nadie no esperemos a que por telepatía sepan que los necesitamos, y si nos están esos amigos, sugiero inventarse una o uno, yo nunca a conocí a Carmen Jones, pero se la robé a Enrique y me enamoré platónicamente de ella por mucho tiempo, de vez en cuando la invoco cantando su canción, está mientras dura esa melodía, pero se esfuma al final de la misma.

Lo que queda por vivir, ¿novio o novia sumisos?, si, conozco de esos, me han contado, son unos que entregan el corazón sin miramientos y sin darse cuenta va implícita la libertad y el respeto personal, y cuando al fin rompen sus cadenas se dan cuenta de todo lo que habían estado perdiendo durante se mantuvo su idilio con su carcelero o carcelera, es entonces que se piensa...no volveré a pedir permiso.

La chica triste que te hacía reír, cuando escucho esta canción definitivamente me pregunto si he conocido alguna chica triste que me hacía reír, y recuerdo que sí, pero es un mal negocio, como bien lo dice la canción, te arrastra a la melancolía y si no reaccionas te puedes quedar a vivir allí para siempre, una vez le tomé una foto en una ventana por la cual entraba la luz de la tarde, llevaba puesto un sombrero negro y fumaba un cigarrillo que dibujaba un hilillo de humo ascendente, créanme, lo mejor para esos chicos o chicas tristes es quererlos, pero nunca tratar de entenderlos, podrían salir dañados en el intento, ambos.

Anidando liendres, debo confesar que para esta rola no tengo algo inteligente que decir, pero las vendedoras de caricias tienen su lado poético, lo he pensado, aunque no lo he comprobado.

No me llames cariño, eso es lo que le decimos a él o a ella cuando surge, desde lo más profundo de nuestro ser, un dejo de dignidad y ya hemos aguantado suficiente una serie de malos tratos que curiosamente pueden no ser físicos, pero que dejan cicatrices mucho peores.

Adiós compañeros, Adiós, todos necesitamos, en ciertos “momentos”, hacer una reflexión de nuestra situación sentimental, necesitamos hacer una introspección, los viajes ilustran, divierten, dan placer, pero cuando se hacen en solitario nos dotan de una capacidad reflexiva que no sabíamos que teníamos, y no es necesario ir a un destino turístico para que funcione, solo tienes que tomar el avión, autobús o coche mirar un punto cualquiera hacia el horizonte y dejar que mente divague hasta el cansancio, lo peor que puede pasar es que, en esa desolación creada por el “momento” por el que atraviesa, encuentre una maleta llena de respuestas.

En ese viaje, ese disco fue mi mantra de ida y vuelta, aún me falta comentar el segundo disco, pero lo dejaré para otra ocasión, o solo si alguien me lo pide, mientras tanto los invito a que si no tienen la canción ideal para su “momento”, escríbanla, tal vez se sorprendan del resultado.


lunes, enero 06, 2014

PASEO ONÍRICO

Ves cosas y dices,"¿Por qué?" 
Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, "¿Por qué no?".
-George Bernard Shaw



Y caminaba por ahí en el centro de mi ciudad, puedo decir que se trataba de un lugar conocido pero en el plano onírico los lugares son parecidos, los escenarios de los sueños son a veces tan extraños, no importa que tanta ciencia le quieran echar los científicos, esos alquimistas desertores que abandonaron el sueño de la piedra filosofal y se fueron por lo fácil: la ciencia comprobable. Los sueños son el sitio favorito de quienes en el plano real se ven limitados por la ley de gravedad, por la mortalidad, por los 10 mandamientos y por muchas otras cosas que la sociedad impone a golpe de críticas y prejuicios.

Y en mi sueño me fumaba un delicioso habano, uno que no me “castigaba” con su humo espeso y aromático, uno que podía disfrutar sin pensar en una de esas malditas enfermedades que se manifestaron a partir de que industrializamos todos los placeres de la vida y los inyectáramos de químicos para asegurar una ganancia económica a las grandes compañías, envenenamos el vino, el tabaco y el amor.

Quizás disfrutaba demasiado mi habano dándole caladas tan profundas que hacían parecer a mis pulmones grandes aspiradoras industriales, desde una terraza en una casa desconocida, que me daba una vista hacia una pequeña colonia de calles sin pavimentar, casas de teja y lámina, frágiles a las inclemencias del tiempo, pero de cuyos espacios sus moradores eran dueños, y terminando mi habano lo deseché en su último tramo, con la braza aún encendida, que al volar con el viento nocturnal esparció su débil fuego de migajas de tabaco aún encendido, según yo, de manera inofensiva, pero una ráfaga de viento, como invernal, viento infernal, avivó el calor casi extinto de lo que fuera mi habano y sobre esas casitas frágiles fueron a dar las lucecitas rojas de tabaco encendido y se convirtieron en hogueras feroces que arrasaban con todo lo que tocaban.

¡Maldito pirómano involuntario!, ni en mis sueños podía hacer nada bien, desesperado busqué agua y un balde que me ayudaran a reparar mi error, y con solo pensarlo los conseguí, en los sueños todo es posible, y desde ahí, desde mi aparente balcón esparcía el agua para que llegase a las casas que se incendiaban, en el mundo real no hubiese sido posible, con un balde de agua no se apaga un incendio, pero aquí eso no me detenía, y después de mucho esfuerzo el fuego se extinguió.


Y de pronto ya no estaba en el balcón-terraza, ahora me encontraba en una ciudad, una ciudad como sacada de la mente de un diseñador gráfico con gustos vintage, edificios modernos, casas coloniales, bien pudiera ser Aquí o Allá, pero en realidad no importaba, caminaba bien, a gusto, sin miedo, porque el miedo es a gusto del cliente, de quien sueña, y llegué hasta una tienda de música, curioseaba entre los instrumentos, en el mundo real no sé nada de tocar instrumentos, pero en mi sueño estaba seguro que podía hacerlo, un Sax de apariencia extraña atrapó mi atención y pude entonar unas cuantas notas, eso me animó a querer comprarlo, creo que el precio era de 2600, ignoro si pesos, euros, dólares, etc., me parecía justo y el vendedor sonreía como diciendo -¡claro amigo, aquí siempre hay buen precio!, entonces decidí ir a mi casa, donde quiera que estuviera en esa ciudad onírica, para buscar el dinero, pero me entretuve mirando guitarras que al final no me convencieron y al volver a pasar frente al Sax que me había gustado el precio se había elevado groseramente, le reclamé al dueño de la tienda, ahora costaba 16000, él respondió que yo me había tardado mucho en decidirme a comprarlo, pero eso no era cierto, yo solo pretendía ir a mi casa por el dinero porque no lo tenía conmigo y perdí mi oportunidad, una de esas que solo se presentan una vez en la vida, sueños, sueños son…