jueves, agosto 27, 2015

HARAKIRI: REGRESANDO ANDO A LAS ANDADAS DADAS

"Dicen que la distancia es el olvido..."
La Barca, Roberto Cantoral




Dicen que la distancia es el olvido, y yo me he distanciado de mi mundo de ficción, de mi cada vez más enclenque fantasía, esa que me ha dado personajes, esa que me ayuda a contar historias, relatos escritos a capricho por mí, hace muchos años, cuando me animaba a mostrar mis textos a conocidos, Lety Cano me preguntó si escribía para los demás o para mí, tuve que confesar que primero debía gustarme a mí, y si finalmente le gustaba a los demás eso ya era una ganancia.

Tiene rato que no escribo, y no es por falta de material, en mi cabeza hay una fila de relatos que siguen esperando turno para ser plasmados en el ordenador, ya sea para un concurso o para mi blog, ¿se imaginan a mis relatos en una “cola” como la de las tortillas esperando a ser atendidos por mí?, pienso en ellos como personas que han aprovechado la ocasión para platicar sobre la caída del crudo en el mundo, otros  que no dejan de saborear la violencia del país ya que es el perfecto escenario para ambientar sus tramas, algunos leyendo sobre sus similares buscando superarlos, uno que otro mordiéndose las uñas al revisar las estadísticas de visitas de mi blog donde será publicado y está indeciso sobre si aparecerá en VIDA DE RONIN o en FOTO FICCIÓN, y entre los más pesimistas ya puedo ver a los que tal vez sean presos de la incertidumbre de no saber si tengan un futuro incierto en algún concurso de cuento universitario, esos donde tardan un año en dar el veredicto y publicando solo al ganador.

Por otro lado están os que ya fueron escritos  y publicados, esos ya pasaron el susto, muchos fueron leídos o medio leídos desde su aparición en blogs, compilados y colaboraciones en revistas, pero saben que la gloria no les ha llegado, no pasan de ser un relato más en el planeta, porque cada cabeza es un mundo, y de esos mundos surgen millones de historias que contar, aficionados a la escritura hay tantos como granos de arena en los desiertos.

Creo que me he estancado y debo llevar a mis relatos a otro nivel, uno en el que gente que no lee puedo conocerlos también, eso lo he pensado, me he preguntado cómo hacerle y me he respondido, pero suelo ser víctima de mis temores, al más puro estilo de Bart Simpson en el episodio donde reprueba año, lo mío, como Bart en esa ocasión, es “miedo al fracaso”, no me puedo quejar, cuando dejo de escribir comienzo a producir video, cuando dejo de hacer video, hago audio y repito mi ciclo una y otra vez, soy mi escritor, director, productor, actor, guionista, crítico y espectador, soy juez y parte de mi trabajo, pero extraño la escritura, aunque me digan que escribo mal, que mi ortografía es pésima, que mis textos son predecibles, que no tengo formación literaria en los talleres, que a Chuchita la bolsearon y la manga del muerto.

Estoy entre reescribir PENTAGRAMA, BERSERKER o mi primer intento de relato largo, en mis archivos personales duerme un libro que no ha sido publicado, un compilado de mis primeros textos; EL HOMBRE MUERTE Y OTROS RELATOS, sigue esperando ver la luz como libro, falta maquetarlo y aunque sea como eBook será publicado.


Este es un comienzo, la reconciliación con el procesador de texto, al escribir esto me obligo a retomar el camino, ese del que no hay que alejarse, ese del que no hay que desviarse, porque se olvida.

lunes, agosto 03, 2015

HARAKIRI: DE PAPEL

"una ciudad de papel,
para una chica de papel"
Margo, CIUDADES DE PAPEL



John Green lo hace de nuevo, el creador del ya famoso libro, BAJO LA MISMA ESTRELLA, ha logrado tocar alguna fibra sensible en mi cada vez más escasa humanidad, si bien no he leído sus libros, las películas basadas en sus textos lograron romper mi armadura de insensible, y en esta última entrega de la mano del director Jake Schreier, CIUDADES DE PAPEL, me remontó a mi adolescencia.

 Green  novelista de 37 años tiene el don de escribir para los jóvenes y no tan jóvenes, yo tengo 32 años y al ver esta última película basada en su novela CIUDADES DE PAPEL, publicada en el 2008, me identifico con el personaje que cuenta la historia.
Creo firmemente que en la vida de los que ahora son conocidos como “forever alone” siempre existió una chica como Margo (Cara Delevingne), de esas que toman las riendas de la vida y tratan de domarla para ponerla a su disposición, de esas que tienen un espíritu libre y aventurero que no les cabe en el cuerpo, de esas que a riesgo de ser llamadas “niño” se enfrentan a todo y contra todo, de esas que te cambian la vida cuando las conoces o de plano te dejan marcado para siempre.

JOHN GREEN

Cuando eres un tipo introvertido, el patito feo, el tímido, el que no corre riesgos, conocer a una chica como Margo es todo un acontecimiento, primero te enamoras de su belleza, pero termina conquistándote su arrojo y determinación, las admiras porque se ven tan libres, tan rebeldes, tan independientes, tan, tan, tan…algunos sabrán de lo que hablo, si ustedes creen que conocer una chica así es demasiado para el corazón de un niño-adolecente, imagínense conocer muchas chicas así a lo largo de tu juventud, es algo de infarto, mentiría si dijera que me enamoré de todas ellas, pero definitivamente me dejaron gratos recuerdos por la energía que irradiaban.

El problema de estas muchachas es que tienen el record mundial de romper corazones de ilusos soñadores que imaginan un romance con ellas, algunos lo consiguen, suertudos, y algunos no, y se convierten en poetas, trovadores, emos o qué se yo, posiblemente escritores, como John Green.



La película es buena, tal vez lenta entre ratos, pero eso sirve para conocer a los demás personajes, tiene un bonito mensaje sobre la amistad, pero sobre todo una invitación a que dejemos nuestros miedos a un lado, a que confiemos en nosotros mismos, a que tomemos riesgos para conseguir lo que deseamos y a no tomarnos la vida tan en serio, la película te dice: deja de ser un espectador de la vida y convierte en un actor de la misma, o estarás condenado a suponer qué hubiese pasado de haberte atrevido a hacerlo.

Casi lo olvido, es probable que todos, aún después de muchos años, nos sintamos como Margo, en busca de respuestas sobre nuestra existencia, que aún nos sigamos buscando, y no tiene nada que ver con la gente que nos rodea, nuestras parejas, nuestros hijos, la familia, los queremos y amamos con todas nuestras fuerzas, pero dentro de nosotros sigue latiendo ese sentimiento que nos hace creer de vez en vez que también somos gente de papel, en ciudades de papel.