"¡Estás en gracia!"
EL LEÓN DE AGUA
Todo inició con una visita a unos
sujetos que nunca en mi vida había visto, entré a una habitación pequeña, como
de 3 x 3 metros, uno de aquellos hombres estaba parado sobre un pequeño montículo
de tierra perteneciente, al parecer al agujero que había en piso, me asomé y
pude apreciar 3 ataúdes, aquel desconocido muy orgullosos me comentaba que
estos ataúdes eran lo mejor de lo mejor, que estaban hechos de un metal muy
especial, resistentes pero muy livianos, los ataúdes tenían un acabado metálico
de color plata oscura y un suave color cobrizo, al parecer me interesaron
mucho, no sé por qué, pero mi interés fue momentáneo, quite mi vista de ellos y
al mirara hacia el frente apareció ante mi una escena hermosa, del cuartucho anterior,
no se cómo había saltado a una habitación enorme, no pude verlo pero juraría
que el piso era de mármol, mi ignorancia me impide jurara que era mármol negro,
porque no si siquiera si existe mármol de ese color, pero la habitación
resplandecía por la luz de la luna, frente a mí un ventanal enorme con ventanas
diminutas separadas por marcos blancos me permitían ver hacia la parte de
afuera, allí se encontraba un jardín con un árbol enorme, de tronco grueso y
abundantes hojas en su copa, justo a un lado del árbol se encontraba una
alberca, no resistí las ganas de correr a verla de cerca así que caminé hacia
el ventanal, atravesé la puerta que llegaba hasta el techo, no puedo decir que
se trataba de una ventana gótica por lo ancho ya que parecía casi una pared,
pero en lo alto si tenía esa característica de altura, salí al jardín, baje unas escaleras y
me paré a la orilla de la alberca, no sé si en ese momento o es ahora lo estoy
agregando a mi memoria, pero cité las líneas de una canción que según yo describían
el momento, se lo dije a alguien, supongo que el mismo sujeto que anteriormente
me había enseñado los ataúdes que en ese momento me miraba desde el árbol,
entré a la alberca, se supone que yo no sé nadar o por lo menos no nado bien.
La alberca tenía a su alrededor
mosaicos blancos, el agua en la parte más profunda me llegaba a la altura del
abdomen, el diseño de la alberca me encantaba ya que a pesar de tener una forma
circular había un segmento como de un metro en el que la pared no estaba
completamente cerrada, en su lugar se encontraban pequeños pilares como los que
se usan en las escaleras para soportar los pasamanos, y por entre esos espacios
entraba el agua que alimentaba a la
alberca proveniente de una laguna que bordeaba la casa, la laguna estaba más
profunda pero la piscina estaba alineada a tal altura que el nivel del liquido
contenía en el cuerpo lagunar bastaba para llenar la alberca, cruzar ese
pequeño barandal significaba entrar de lleno en la laguna y aventurarse a sus
profundidades, cosa que no me atrevía a realizar por mi falta de pericia en la
disciplina de la natación.
Y entonces después de contemplar
maravillado aquella laguna iluminada por la luz de la luna giré en dirección al
árbol y fue cuando pude verlo, imponente, erguido, majestuoso, transparente,
si, transparente, parecía estar hecho de agua, se trataba de un león, un león
de agua, no sentí miedo, pero de alguna manera si me quedé inmóvil, estaba
seguro que aquel gran felino no entraría a la alberca, pero me equivoqué, y lo
más asombroso es que lo perdí de vista, y no lo volvía a detectar hasta que
estuvo a unos metros de mí, se me acercó, posó sus dos grandes patas delanteras
en mi pecho empujándome contra el pequeño muro que dividía a la alberca con el
cuerpo lagunar y caí en ella, tuve miedo, qué pasaría conmigo, no sabía nadar,
posiblemente en aquella laguna hasta lagartos pudiera haber, indefenso a merced
de las aguas de la laguna, inmerso en esas oscuras aguas pensé que moriría,
pero como suele ocurrir en todos los sueños, mi suerte dio un giro y de pronto
me encontré en una plancha de concreto, no sé de dónde había salido medía quizás
1 metro cuadrado, pero el agua comenzaba a subir, y entonces miré hacia la
alberca, donde el león de agua aún se encontraba como vigilándome y escuche que
posiblemente venía de él que me dijo -¡estás en gracia!, no sé si era una
afirmación o una pregunta, pero de alguna manera entendí que yo debía hacer
algo, enfrentar mi miedo a morir ahogado y nadar hasta la alberca, y así lo
hice, me tiré un clavado para nadar hasta la alberca y una vez en el agua me
sentí tan capaz, me sentí tranquilo, como sabiendo lo que hacía, y logré llegar
hasta la alberca, pero el león de agua ya no estaba.
Busqué el
significado de este sueño por lo que al león respecta y encontré esto “Un sueño sobre leones se asocia con la
nobleza, la fuerza, liderazgo y el orgullo. Usted tiene mucha influencia sobre
los demás. Su éxito depende de su
capacidad de sobrellevar la oposición, de saber mostrarse diplomático para no
avasallar a los demás. Encontrará una amistad valiosa. Soñar con un león,
significa que su vida es conducida por una gran fuerza interior, que posee. Si
sueña con un león manso, le anuncia el encuentro con un nuevo amigo, que será
leal y será un amigo para siempre.” (http://goo.gl/NJjwr)
En otro portal
explican que “En 1900 Sigmund Freud
publicaba "La interpretación de los sueños", que supuso una
revolución en la concepción del fenómeno, porque postulaba que los sueños eran
una deformación de nuestros verdaderos deseos y sentimientos. Lo que recordamos
es una versión censurada de nuestros deseos inconscientes, que encontraríamos
inaceptables y soñar sería una válvula de escape para superar el no realizar
nuestros deseos más ocultos.” (http://goo.gl/OucvQ), pero en los últimos años
esta teoría del padre del psicoanálisis.
Los sueños son
un misterio, aún, hoy en día pero creo que ahí es donde radica su encanto,
supongo que son como las mujeres, no hay que entenderlos solamente quererlos y
agradecer el poder recordarlos porque son escurridizos y totalmente fugaces.
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