"Usted ve, pero no observa"
Sir Arthur Conan Doyle
"La más noble función de un escritor es dar testimonio,
como acta notarial y como fiel cronista,
del tiempo que le ha tocado vivir"
Camilo José Cela
VIP´S y BANAMEX, Centro Histórico, Villahermosa Tabasco. Google Map. |
A Pancho le gustaba mucho la música, el cine, la literatura, los
comics, la animación japonesa, algo de filosofía y otras tantas loqueras que lo
encasillaban en la categoría de aspirante a escritor de ciencia ficción, novela
policiaca, guion de comic u otra cosa de esas que algunos supuestos defensores
de la cultura no consideraban como literatura, había un pequeño grupo de
cultureros que no apreciaba a esos locos personajes como Tarantino, Robert Rodriguez,
Guillermo del Toro, etc., ya que creían que tipos como ellos le quitaban seriedad
a ese cerrado círculo intelectual que solo admitía a poetas, trovadores,
pintores, fotógrafos y directores de cine realizadores de películas tan
profundas que solo las entendían unos cuantos, Pancho en el fondo pensaba que
tal vez había errado el camino y que sería mejor ser como ellos, lograr el
reconocimiento de parte de otros escritores o creativos no era trabajo fácil,
pero posiblemente trabajando duro lo conseguiría.
Pasaron varias semana antes de que Pancho recibiera las
instrucciones para el texto que tendría que trabajar, las instrucciones fueron:
“Saludos, para probar su capacidad de
redacción le haremos un primer encargo, deberá redactar una historio donde un grupo
de ladrones de banco planea un robo en una sucursal específica logrando hacer
el atraco sin disparar un solo tiro, además debe considerar todos los imprevistos
que se puedan presentar en una acción así, nuestro sello editorial pretende
distinguirse por ofrecer historias lo más verosímiles posibles, le
proporcionamos los datos del banco en que deseamos se lleve a cabo el supuesto
atraco. El banco en cuestión es el Banco Nacional de México ubicado en Av.
Francisco I. Madero Col. Centro. Tiene una semana para entregar el texto, mismo
que será sujeto a revisión por nuestros editores expertos. Sin otro particular
quedamos a sus órdenes. La editorial.”
Después de leer lo que la editorial estaba solicitando Pancho
decidió ingresar los datos de la dirección en el mapa del buscador de internet
para conocer bien el terreno, ya en alguna ocasión había pasado por ese lugar y
entre sus miles de pensamientos ociosos había creado en su cabeza un asalto a
ese mismo banco, pero con la firme idea de no lastimar a nadie, lo malo es que
se trataba del centro histórico de la ciudad capital y el tráfico era un
verdadero desastre, escapar en auto no era una opción, así que para que las
ideas le fluyeran mejor decidió ir a darse una vuelta hasta el lugar, eso le
ayudaría a describirlo mejor para los lectores cuando tuviese que redactar su
trabajo.
Esperó a que su jornada laboral terminara en el empleo que le
daba de comer, pero que ahora, solo le permitía pagar la hipoteca de la casa de
sus hijas y medio subsistir para seguir haciéndolo, por eso había buscado otro
empleo, por eso ahora necesitaba ser más creativo que nunca, por eso requería
trabajar duro para que todo el mundo se fijara en él, en su trabajo, en sus
habilidades, en su talento, y de esa manera poder dejar atrás cualquier
problema económico, él sabía perfectamente que el dinero no daba la felicidad,
pero hacía mucha falta para poder olvidarse de algunos problemas que no lo
dejaban buscar su felicidad inmediata.
El centro no era un mal lugar, a pesar del ambulantaje, la
inseguridad y de la gente pidiendo caridad este tenía su encanto, es más era
posible que todos eso que le ayuntamiento veía como cosas negativas fuesen, al
final de cuentas, lo que le daba cierto color. Pancho gustaba de ver en acción
a los artistas callejeros, una buena estatua viviente y ese tipo de cosas, si
tenía suerte se encontraría con alguno, pero haciendo cosas que posiblemente no
le llamaban tanto la atención, entonces en el mejor de los casos buscaría donde
comer y luego dónde comprar un buen café.
Entró al VIP´S cerca del banco y en la recepción tomó un diario
de circulación local, en el encabezado se hablaba del emplazamiento a huelga de
la policía del estado, pedían mejora salarial, horarios de trabajo justos y
aumento en prestaciones, Pancho no creía que la huelga se realizara, no
imaginaba una ciudad sin policías, eso sería un evento extraordinario, y eso sí
que sería noticia, y mientras cavilaba sobre el asunto no se percató que un
tipo venía entrando al restaurante y por venir escribiendo texto en su celular
se tropezó con Pancho en la recepción del lugar, el golpe no fue para tanto pero no le hizo
gracia al joven escritor quien a pesar de recibir disculpas del distraído
sujeto no pudo ocultar su molestia.
Una vez que le asignaron mesa pidió un café americano, un caldo
tlalpeño y como postre un pay de queso con fresa, mientras la mesera se
disponía a enviar la comanda a la cocina Pancho siguió leyendo el diario, tenía
una sección histórica en la que se comentaba la forma en la que se hacía el
comercio en la vieja Villahermosa, y este era de manera pluvial, el Rio
Grijalva servía como una ruta comercial que permitía a los campesinos y
comerciantes moverse a lo largo y ancho del río con sus mercancías, fue entonces
que miró por el ventanal del restaurante y tuvo una visión, una sonrisa se le
dibujo en el rostro y esperó feliz su comida.
Después
de comer y pagar la cuenta salió hacia la Av. Franciso I. Madero con dirección
al banco y justo en la esquina dobló hacia la derecha que ya era la Av. 27 de
Febrero hasta topar con lo que alguna vez había sido el Malecón de
Villahermosa, aún estaba ahí, pero después de las inundaciones del 2007 le
construyeron una pequeña muralla al río Grijalva quitándole la vista que antes
era más agradable.
Estando
sobre el Malecón Carlos A. Madrazo enfiló hacia el CENMA, un proyecto que
aglutinaba varios negocios para hacer una especie de corredor turístico y de
entretenimiento con varios centros nocturnos y algunos restaurantes, y una vez
allí caminó hasta donde podía ver el río y terminó de convencerse de que lo que
se le había ocurrido en el restaurante era totalmente posible de emular, justo
cuando se disponía a retirarse giró para emprender su rumbo y se tropezó con
alguien, se trataba del mimo tipo con el que se había topado en el VIP´S, esa
era una de esas coincidencias que no le hacían gracia, nuevamente el tipo se
disculpó y siguió su camino con celular en mano.
Cuando
regresó a su casa siguió pensando cómo redactaría la historia que necesitaba
escribir, y para descansar la mente un momento encendió la televisión y comenzó a cambiar canales para ver si
encontraba algo que le llamara la atención, a veces se le hacía increíble que
si un sistema de cable o tv de paga tenía 100 canales, esos 100 canales
transmitieran solo basura, aburrido por no encontrar nada se vio interrumpido
en su intención por el reporte del tiempo donde se pronosticaban lluvias
torrenciales para las próximas horas, su teléfono comenzó a emitir alertas de mensajes
nuevos, le dio un vistazo solo para descubrir que los mitoteros del twitter
estaban armando una revolución ya que se rumoraba que aprovechando el reporte
del clima era muy seguro que en las presas hidroeléctricas estarían turbinando
para desfogar un poco de agua, de ser cierto por la mañana los ríos de Tabasco
tendrían un incremento considerado.
Se
quedó dormido con el teléfono en la mano y vino a recobrar el sentido del
tiempo justo a la hora del último noticiero nocturno, la nota principal era que
al parecer los policías del estado estaban listo para iniciar su huelga en 6
días más, un día antes de ese día tenía que entregar su texto, según el
reportero las negociaciones iban avanzando pero aún no llegaban a un acuerdo,
eso a Pancho le sonaba familiar, él sabía que se trataba del típico estire y
afloje entre el patrón y el sindicato, sabía que se trataba de un juego póker
donde el que supiera jugar mejor sus cartas por muy malas que éstas fueran
sería el ganador, aunque en esta ocasión si el líder sindical se vendía la
causa de los polis estaba perdida.
Pancho
pidió permiso para faltar dos semanas a la oficina para poder dedicarse de lleno a ese primer texto que le estaban
pidiendo, así que esa mañana se despertó lo más tarde que pudo, le dolía el cuerpo
por haber estado acostado tanto tiempo, los parpados hinchados de tanto dormir,
decidió volver al banco que sería su escena del robo ficticio sobre el cual
debía escribir, tomo un taxi hasta el lugar y al llegar al banco pidió un turno
para hablar con un ejecutivo de cuenta, estaba dispuesto a perder una mañana en
ese lugar para poder observar el ambiente y así describirlo sin equivocación en
su narración, le había tocado el turno 150 y apenas estaban atendiendo al
número 100, comenzó a desesperarse y a caminar por la sala de espera, sin darse
cuenta quedó cerca del escritorio de quien al parecer se trataba del gerente,
lo dedujo por la placa con su nombre y cargo que estaba prendido a su camisa,
fue entonces que Pancho se sintió más fregón que Sherlock Holmes, ¡elemental mi querido Pancho, elemental!,
se decía así mismo mientras fingía leer un tríptico sobre créditos
hipotecarios.
A
Pancho no le gustaba la idea de escribir una novela larga, siempre decía a sus
conocidos que lo atribuía a su falta de paciencia, se sabía desesperado y eso
se reflejaba en su forma de escribir, decía que en su cerebro las historias
estaban desarrolladas y terminadas, pero en papel no era así, según él pensaba
en imágenes, cuando creaba un cuento nuevo se le venían a la mente escenas del
cuento, no las letras ni las palabras, por eso odiaba no saber dibujar ya que
consideraba que como ilustrador si hubiese conseguido algo profesionalmente, en
cambio la lectura se le hacía tan poco popular, o al menos así era entre sus
conocidos, eso le restaba ánimos, muchos de sus conocidos no escribían
historias, ni leían, pero cuando él les compartía un texto todos se convertían
en críticos de literatura y no le daban muy buenas referencias, Pancho no
quería que lo engañaran, pero le costaba creer que fuera tan malo, en más de
una ocasión había leído y visto en el cine, argumentos que a él mismo se le
habían ocurrido, sus amigos y conocidos gustaban de esos argumentos, pero como
se trataba del trabajo de escritores consagrados tenían un valor agregado, sin
embargo en su caso solo se trataban de intentos y sueños de convertirse en
escritor, así lo percibía él, así lo hacían sentir y posiblemente tenían toda
la razón.
Se
sentó a esperar en una de las sillas, ya habían avanzado 25 lugares, esperaría
un poco más, el gerente seguía hablando por teléfono, le escuchaba decir cosas
como: ¡esa cantidad es muy grande!, ¡somos
una sucursal pequeña!, ¡aparentemente nadie sospecharía nada!, ¡la seguridad
está comprometida!, entre otras, Pancho no sabía bien a bien de qué se
trataba pero su cerebro de escritor ya había sacado sus conclusiones y escrito
su propio argumento sobre lo que el gerente conversaba por teléfono, hizo
bolita el pequeño papel de turno y se fue con rumbo al VIP´S.
Decidió
que el VIP´S, que estaba antes del banco, sería su centro de operaciones,
utilizaría el mismo horario que el de la oficina donde trabajaba, solo que
agregando tiempos extras para poder entrar en un estado de trance al que él
llamaba “Escritor Berserker”, los
berserker, según las leyendas nórdicas, eran guerreros vikingos que combatían
casi desnudos, ataviados con pieles de animales como osos, bajo cierto trance
de perfil psicótico, mismo que se cree era auto inducido por la ingesta de
hongos alucinógenos como la amanita
muscaria, o por la ingesta de pan o cerveza contaminada por el cornezuelo del centeno (un hongo
parásito que se da en las espigas del centeno), con altos contenidos del ácido
lisérgico, precursor del LSD. Entonces al entrar en un trance causado por
muchas horas escribiendo Pancho se convertía en Escritor Berserker.
Continuará...
Continuará...
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