viernes, febrero 12, 2010

HARAKIRI CRAZY II (YO, MI OTRO Y EL TERCER YO).


"Todos son locos, pero el que analiza su locura, es llamado filósofo."
Ambrose Bierce , Escritor estadounidense.







Ya en algunas otras ocasiones lo había hecho, me invitaba a tomar un café a mi mismo, quería platicarme sobre las cosas que me ocurrían, elegíamos el VIP´S porque se nos hacía muy de película, muy poético, llegábamos un tanto tímidos porque seguramente son pocas las personas que, como nosotros, invitábamos a su yo mismo a tomar un café, sin embargo cabía la posibilidad de que personas como nosotros se vieran cada día más en esos establecimientos en los que la bebida más famosa del mundo sirviera de pretexto para platicar.

Seguramente al vernos entrar pensarían que esperábamos a alguien mas pero no era así, tratamos de pasar desapercibidos pero siempre alguien nos intercepta preguntándonos para cuántas personas queríamos nuestra mesa, en esos instantes solemos vacilar ya que por un segundo creemos que saben que venimos juntos, pero después aterrizamos que más bien es una pregunta de rutina, al fin y al cabo cabemos en la misma silla.

Ya sentados revisamos sin ningún interés en particular la carta, más bien es como que un protocolo establecido entre ambos para tratar de actuar con naturalidad, como un par de comensales comunes, sabemos que sólo pediremos un café americano y lo rellenaremos una y otra vez.

La chica que atiende nuestra orden deposita el café, la crema y los endulzantes, en esta ocasión mi otro yo sugiere evitar lo artificial y opta por lo natural, sabemos que la crema nos hace daño en ocasiones, pero nos gusta repetir una y otra vez en truco que nos enseñó el buen Reinhold, consiste en sumergir apenas la cuchara en el café para luego dejar caer la crema y que esta quede encima del oscuro brebaje, de esta manera por la densidad de la crema y su temperatura, queda apenas por encima del café, somos seres de rituales.

Le damos un sorbo, para mi ha quedado perfecto, para mi otro yo el café está muy aguado, pero no importa, miramos a todos lados buscando personajes, tenemos la loca idea que un buen día encontraremos en ese lugar la inspiración necesaria para escribir un buen cuento, una novela o una exitosa canción, llevamos algunos años esperando que eso suceda como lo indica nuestra ausencia en la lista de los best seller más vendidos, nuestra nula presencia en los billboard y nuestra inexistente mención en los premios Hugo, galardón otorgado a lo mejor de la ciencia ficción.

De pronto ya no somos dos, como que hay un tercero, si, ustedes saben ya no soy yo y mi otro yo nada más, ahora hay un tercero que nos observa, y ocurre algo que no me había ocurrido, genero un momento de introspección o no sé cómo llamarle y me quedo sentado en una sola posición rascándome con un dedo la cabeza, no sé por cuánto tiempo lo hice, pero un pequeño ardor me hizo regresar a la realidad, miré mi uña y tenía sangre, toqué la zona en la que a tientas descubrí una pequeña herida, nada grave, pero para mi gusto totalmente inusual, me enteraría después por mi tercer yo que al parecer en ese momento estuve en trance, duró unos segundos pero fueron suficientes para perderme dentro de mi mismo con mi otro yo y platicar o analizar algo que ya ni recuerdo.

Ya no nos hemos vuelto a reunir, sabemos que no es seguro en estos días, la gente es muy rara, se escandaliza cuando se les cuenta sobre estas cosas, suelen tacharnos de locos.


浪人

RONIN

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