jueves, octubre 19, 2023

SANGRE O TRUCO: CAPITULO V

 

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V

Le pregunté al hombre a qué lugar llevaban esas escaleras, me dijo que a la lavandería del motel, en una especie de subterráneo, le pregunté si ya había estado allí y me dijo que sí, que buscando pistas sobre el asesino de su hija él ya había recorrido el lugar entero, le reconocí al señor que tenía los pantalones bien puesto pero también le dije que eso había sido imprudente, no pude evitar decirle un poco en tono de broma que no me fuer a salir con la puntada que allí abajo había un ataúd con un vampiro dentro, el tipo me miró raro por un rato pero finalmente negó con la cabeza, dijo que no me culpaba porque cuando el bajó a la lavandería había un olor penetrante, la oscuridad no le permitió ver nada y algo lo hizo tropezar, sacó un encendedor de su bolsillo y casi se infarta al ver que se trataba de un perro muerto, recuperó la compostura y lo revisó, era un pitbull blanco, pero en el área del cuello tenía un par de orificios y algo de sangre, luego trató de iluminar más el lugar y a lo lejos miró algo que parecían ser un montón de cobertores apilados pero grande fue su sorpresa al descubrir que en realidad se trataba de una pila de cadáveres de perros, un enjambre de moscas, el olor y el miedo lo hicieron correr de nuevo a su habitación.

Todo eso era muy extraño, me pregunté si era posible que el encargado no supiera nada, miles de teorías pasaron por mi mente, ¿estábamos acaso en la sede de alguna especie de culto pagano que hacía sacrificios para algún demonio sediento de sangre?, ¿los políticos eran parte de todo eso? ¿el motel era un nido de vampiros?, ¿las gorditas con queso que me había comido eran de champis alucinógenos? Y así estaba pensando miles de cosas más cuando el señor me hizo una observación en la que no había reparado hasta entonces, me preguntó si no había notado que, para ser un motel de buen tamaño, solo una persona atendía el lugar, lo miré un momento y le dije que se equivocaba, que yo había visto dos personas, el encargado y su hijo, el tipo me dijo que no había visto ningún niño, le aclaré que dudaba que fuese un niño, aunque se lo describí dijo no haber visto a nadie así.

Nos chingamos otro cigarro, hasta entonces ni siquiera nos sabíamos nuestros nombres, le dije que era el teniente Daniel Sánchez, él me dijo que se llamaba Hipólito García, seguimos fumando, don Hipólito me pregunto si yo creía que el encargado estaba involucrado, le dije que era posible pero que no tenía cara de vampiro, el señor hizo gesto de desaprobación, me dijo que no era cosa de juego, yo le dije que no estaba jugando, que no encontraba otra explicación, diciéndole eso estaba cuando vi que un insecto diminuto color marrón  caminaba por su hombro, le señalé el bicho y don Hipólito lo tomó con su dedos y lo quemó con su cigarro, me dijo que era una chinche, que seguramente el motel estaba lleno de esas madres, ya ni que decir de ácaros y cucarachas.

Decidí entrar en acción, le pedí a don Hipólito que se retirara del lugar por si se ponía feo el asunto, se negó y me cuestionó sobre el pedido de refuerzos, le dije que si yo llamaba diciendo que necesitaba ayuda primero requería evidencia para alborotar el avispero, de lo contrario sería el hazme reír de toda la corporación, le mostré mi arma como asegurándole que iba a estar bien, con tono sarcástico me preguntó si tenía balas de plata, lo miré fijamente y no pude evitar decirle que ahora si me había chingado.

A regañadientes don Hipólito aceptó irse, me dirigí a las escaleras y comencé a bajar lentamente, tal como había dicho don Hipólito llegaba un olor de la puta madre, no se veía ni madres, los ojos tardaban en acostumbrase a la penumbra, si encendía la luz de mi celular posiblemente me delataría, me entró la valemadres y lo saqué pero, justo antes de encenderlo algo me golpeó con mucha fuerza y rodé por las escaleras perdiendo el conocimiento.  

Continuará...つづく

 

Capítulos anteriores: 

SANGRE O TRUCO: CAPITULO I

SANGRE O TRUCO: CAPITULO II

SANGRE O TRUCO: CAPITULO III

SANGRE O TRUCO: CAPITULO IV

SANGRE O TRUCO: CAPITULO FINAL 

  

 

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