domingo, octubre 19, 2008

HARAKIRI TAKE.

"Cuando te den agarra,
cuand te pidan,
sal corriendo"
-DICHO POPULAR.

Este es un cuento que tuvo origen en un ejercicio que mi psicóloga me dejó de tarea para que por medio de mi supuesta facilidad para escribir explicara si alguna vez había tomado las cosas que me corresponden en la vida, ya que según ella, pues al parecer no lo había hecho en ningún momento, o la neta no sé que concluyó al final, y no lo supe porque abandoné la terapia, cosa que pudieron constatar en el HARAKIRI CRAZY (podcast anterior), lo que si les puedo decir es que a ella si le gustó. Saludos a Emilio Ollosa, Alex Cab, Julio García, Isrrael Montalvo, Chuc Black Santana, Jairo Karisma, Chilo Sanchez, Benny Fuentes, Jorge “George” de los Santos, George “El Puerco” y a todos los demás también.




浪人
RONIN

Ese día decidió comer en un restaurante de comida china, el platillo estuvo bien servido y por ello pidió un cafecito para que le ayudara a digerir aquella bomba condimentada que acababa de ingerir, últimamente China era el tema de moda, desde hacía unos años teníamos chinos hasta en la sopa, y no es que le molestara, pero así como un chino no esperaba ver un tabasqueño en Beijing, mucho menos un tabasqueño esperaba ver tantos chinos, que no fuesen turistas, en Tabasco, lo consideraba un lugar alejado del mundo civilizado y globalizado, sin embargo después de las inundaciones nos habíamos convertido en un punto de referencia con respecto a desastres naturales, en fin, dio un último vistazo a los restos de comida que aún estaban sobre la mesa y se descubrió que no se había despachado su galleta de la suerte.
Las galletas de la suerte tenían su encanto poético, en las películas, caricaturas y novelas se prestaban para dar paso a situaciones interesantes como guardar mensajes cifrados por espías, ser la respuesta por medio de una metáfora a un problema por el que se esté atravesando en ese momento, o como una referencia irónica ante alguna situación que requiere más que una acertijo asiático.
Al ver la envoltura de la galleta como que esta perdía su encanto místico, su valor mágico y su utilización como oráculo, se perdía todo, rápidamente venía a su mente la imagen de una serie de chinos enfilados a un costado de una banda de producción en línea empaquetando las galletitas mientras que en otro lugar un equipo de escritores desempleados tecleaban sin parar un sin fin de frases para las galletas ganando un salario de la chingada.
Destapó la galleta, la quebró y tomó el papelito que venía dentro, “Toma lo que te corresponde”, así decía, qué chingaos era eso, por qué la galleta le decía eso, qué había pasado con frases como: “la suerte está contigo”, “únete al lado oscuro”, “que la fuerza te acompañe”, “mucho ojo y cuéntaselo a quien más confianza le tengas” , “el que no tranza no avanza”, “comes y te vas”, “y yo por qué”, “quién dice que no se puede”, ”no fue bueno pero fue lo mejor” o “yo amo a Tabasco más que nunca”. Chale, ya no había nada de eso, ahora le salían con que “Toma lo que te corresponde”, viéndolo bien no recordaba si en su vida había tomado lo que le correspondía, y cómo saberlo, cómo identificarlo, tal vez sí lo había hecho, posiblemente hasta más de lo que le correspondía, pero al final de cuentas tal vez no lo había hecho después de todo, y si no lo había hecho es porque nunca identificó cuándo tenía que hacerlo, nunca le enseñaron en qué momento y en qué cantidades tomarlo, más bien, pensó en voz alta:
-Creo que mi mamá más bien me enseñó a dar antes que recibir, sin olvidar que según las enseñanzas en general se basan en el dar para recibir, o dar sin esperar nada a cambio, pero debo reconocer que hay ocasiones en que me gustaría recibir algo en retribución de alguna otra cosa que yo haya dado, posiblemente aún crea en las personas, aunque estás no sean muy dadivosas, en general es eso, no me enseñaron a pedir, mi padre decía que pedirle algo a alguien era prácticamente deberle la vida, ya que en algún momento le tendrías que regresar el favor, o el detalle en este caso, aprendí a no pedir pero si a dar, suelo exagerar y hasta ser demasiado esplendido en lo que suelo obsequiar y los favores que suelo hacer, pero tal vez es solo una manera inconsciente de pedir que sean así conmigo, sin embargo de que te lo den a que uno lo tome, se me hace molesto, pero sí, ciertamente cuando no te dan hay que tomar, pero ¿en qué momento sabe uno cuando tomar y qué cantidad agarrar?.
Chinche galleta de la suerte, tiene la virtud de hacerte pensar y desmadrarte el cerebro pero nunca tiene una respuesta absoluta a tus preguntas.
Y ustedes, ¿han tomado lo que les corresponde?


浪人
RONIN


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