domingo, febrero 28, 2010

HARAKIRI SCREENWRITER.


"Pienso, luego escribo.....,

pero si pienso mucho no escribo nada""

Lalo Vargas el "Ronin".








Cuando se te ocurre la magnífica idea de estudiar comunicación y además hacer radio, entras en el submundo del espectáculo, y en el caso de Tabasco andar en el ambiente de radio es como militar en la tercera división del futbol o más abajo, la paga es pésima, los disque directores artísticos, o sea esos que contratan a los locutores, se sienten que se las saben todas y los radio escuchas son un público difícil.

Lo más duro es aceptar que no la haces de locutor, también es duro aceptar que no cuentas con $ 30 mil pesos para pagar tu hora en radio, entonces es cuando tienes que echar mano de lo que según tu, o en mi caso yo, se hacer un poquito mejor, y eso es escribir guiones.

En la escuela te enseñan la cuestión técnica más que otra cosa, pero la creatividad es algo que no se enseña en ninguna parte, así que de poco sirve que sepas la teoría de un guión si tus ideas no fluyen ni un poco.

Y es precisamente que en mi ambiciosa búsqueda de regresar a la radio acepté trabajar en un proyecto en el cual me daban la oportunidad de estar en vivo como locutor sin embargo los horarios chocaban con el trabajo que me da de comer, y que no tiene nada que ver con radio, y no pude lograrlo, sin embargo se supone que estaba de creativo y guionista, aunque solo usaran los guiones cuando se les diera la gana y la mayor pate del tiempo improvisaran. Esa es la triste vida del guionista, pero bueno aquí les muestro algo de lo que escribí para ese programa que por cierto ahora está al aire de lunes a viernes de 7:00 a 10:00 de la mañana por EXA de Tabasco.

Yo ya no colaboro ahí, preferí regresar a este podcast y blog que me brindan más satisfacciones, como creativo y guionista, espero les guste.

Esto es lo que escribí para cuando se habló de la crisis.

Te das cuenta que hay crisis económica cuando:

Las sobras que normalmente eran para el perro ahora las guardas para ti.

Te das cuenta que hay crisis cuando descubres que antes llevabas seguido a tu novia al cine, y ahora bajas la reseña y se la actúas con efectos sonoros y todo.

Te das cuenta que hay crisis cuando Al ir de compras jalabas lo que fuera al carrito del súper y ahora solo compras lo más barato y te sabes las ofertas más que tu esposa o tu mamá.

Te das cuenta que hay crisis cuando Recuerdas con cariño lo chido que era comprar un cartón de chelas para agarrar la jarra con los cuates y ahora te conformas con una cerveza la cual tomas con popote.

Te das cuenta que hay crisis cuando Dejas de llevar a tu carro al auto-lavado y mandas a tus hijos a lavar el coche quienes lo último que hacen es dejarlo limpio más bien lo dejan parchoso.

Te das cuenta que hay crisis cuando Buscas los lugares más baratos para comer, mismos que jurabas nunca visitarías.

Te das cuenta que hay crisis cuando Dejas de comprar marcas como nike, reebook, etc, compras cosas de marca Mike, reeduk.

Te das cuenta que hay crisis cuando Te dicen que la crisis en nuestro país, comparada con la de la nación más poderosa del mundo es solo un catarrito.

Te das cuenta que hay crisis cuando En la oficina ya no hay lapiceros, hojas blancas, sacapuntas y borradores, papelería en general y recuerdas que tú te los llevaste para completar la lista de útiles de tus hijos.

Te das cuenta que hay crisis cuando Tienes que ir a uno de eso lugares en los que según la una leyenda urbana te prestan dinero a cambio de tus pertenencias.

Te das cuenta que hay crisis cuando Corres al jardinero, la muchacha de la limpieza, cocinera, ama de llaves, mayordomo y chofer con los que decías te dabas una vida modesta “como la de cualquier otro ser humano” y cuyas tareas ahora desempeñan tu, tu esposa y tus hijos.

Te das cuenta que hay crisis cuando para ver tu programa favorito tienes que esperar a que habrán la casa de empeño.

Esto es de cuando se habló de lo que nuestros padres nos decían, o dicen, y la tremenda razón que tienen.

Qué razón tenían mis padres cuando me decían que no era fácil vivir solo.

Qué razón tenía mi madre cuando me decía que extrañaría su comida insípida porque yo no sé hacer nada.

Qué razón tenía mi mamá cuando me recomendaba cambiarme los calcetines y la ropa interior a diario para evitar los trinches hongos.

Qué razón tenían mis padres cuando me decían que estudiara una carrera redituable, me metí a comunicación y acabé de locutor de radio.

Qué razón tenía mi madre cuando me decía que no dejara las toallas mojadas, la última olía horrible y además gruñía.

Qué razón tenía mi madre cuando me decía que arreglara mi habitación, en una ocasión invité a una chica, desapareció y la encontré 3 días después.

Qué razón tenía mi padre al decirme que a la mujer ni todo el amor ni todo el dinero.

Qué razón tenía mi madre cuando me decía que no dejara acumular los trastes sucios, gracias a mi los fumigadores tuvieron trabajo por meses, las cucarachas no se morían.

Qué razón tenían mis padres cuando me daban sus consejos, de haberlos escuchado me hubiese ahorrado la frase maldita, el famoso “te lo dije”.

Qué razón tenían mis padres cuando me decían que no metiera animales a la casa, un cuate dijo que se quedaría por unos días y ya nomas le falta una semana para que por ley de convivencia me pueda reclamar pensión alimenticia.

Qué razón tenía mi madre cuando me decía que al lavar no juntara la ropa de color con la blanca, metí una camisa roja con mis playeras blancas y ahora todas son rosas.

Qué razón tenían mis padres cuando me decían: esa mujer no es para ti o no te conviene ya me pidió el divorcio y pensión.

Como podrán darse cuenta si, soy pésimo guionista, pero echando a perder se aprende, o no?.



浪人
RONIN

domingo, febrero 21, 2010

HARAKIRI MONEY.


"Cuando no se tiene dinero, siempre se piensa en él. Cuando el dinero se tiene, sólo se piensa en él."

John Paul Getty








Se dice que el dinero no lo es todo en la vida, pero nos da una seguridad y tranquilidad total, saber que tienes dinero te da un cierto confort mental, hace que todos los demás problemas queden de lado totalmente, minimizamos todo y creemos que podemos resolver cualquier cosa con dinero, y eso ocurre porque según la sabiduría popular “con dinero baila el perro”, sin embargo en un país como este en el cual la riqueza está distribuida aproximadamente en 12 o 13 familias en el país el dinero no es una cosa que se regale en las esquinas.

Buscamos miles de maneras de conseguir dinero ya sea lícita o ilícitamente, y es en esa búsqueda del poder adquisitivo que nos volvemos defensores del principio de Maquiavelo que cita que “el fin justifica los medios”, buscamos tanto el papel moneda que entre las tantas formas de conseguirlo se encuentra la apuesta por la suerte.

Yo no sé ustedes pero dejar las cosas a la suerte es un poco arriesgado, puedo argumentar, como muchos de ustedes también lo harían, que no tengo suerte, pero tal vez tenemos más de la que vemos o percibimos a simple vista, vivir hoy en México con la crisis no es cualquier cosa así que seguir vivo y haber comido por lo menos hoy ya es suerte.

Muchos usan amuletos para atraer la suerte, y muchos otros hacen rituales, pero esa supuesta búsqueda de la suerte es realmente el deseo de poseer algo, conseguir algo, y muchas veces ese algo por supuesto es dinero, se que la gente que juega lotería suele decir que si sueñas un número lo debes de jugar y tal vez te hagas rico, pero no tiene nada que ver con aquel secreto milenario para hacerse rico con un peso, yo por mi parte tuve un momento de iluminación, una revelación extraordinaria, estaba sentado en el wc filosofando sobre a quién se le terminará más rápido el papel de baño, si a la familia charmin o a pupy el cachorro labrador cuando en eso, zaz, sentí un retortijón bien gacho, eran las carnitas de la comida con harto chile que me estaban pasando la factura, después de haber sudado la gota gorda me disponía a subirme los pantalones cuando me llegó la iluminación, frente a mi se presentaba la oportunidad que había estado esperando para hacer dinero, justo bajo mis narices, bueno realmente no bajo mis narices sino debajo de…. De, bueno ustedes saben, en la etiqueta de mi ropa interior una etiqueta llamó mi atención, además de enterarme como lavar mi bóxer y descubrir que no se debe exprimir, encontré la clave para volverme millonario, justo en la etiqueta se encontraba anotado un número con lapicero, y una corazonada me dijo, ese número no es cualquier número, es el número que te hará millonario, así que me dije a mi mismo vas a arrancar la etiqueta, y buscarás un billete de lotería y compraras ese número para hacerte millonario.

Aún sigo buscando ese billete con mi número de la suerte, no lo escribo aquí por que puede caer en malas manos, si se enteran de un nuevo millonario que acaba de comprar una estación de radio podrían estar hablando de mi, si escuchan de un loco que dice que en su ropa interior está escrito el próximo número ganador del premio mayor de la lotería nacional no sean duros con él, el pobre solo busca progresar, como todos los miles de mexicanos que habitamos este gran país.

浪人

RONIN