"Una canción triste
para los momentos bajos
para sentirte acompañado
cuando te sientes vencido"
Una Canción Triste, E. Bunbury.
El Viaje a Ninguna Parte
¿Alguna vez haz escrito una
canción?, ¿alguna vez haz escrito algo en tu vida?, y con la canción no me
refiero a tomar una guitarra y crear acordes para agregarle la letra, yo ni
siquiera toco guitarra, ni piano, ni nada que se le parezca, pero si me he
preguntado el significado de muchas canciones y poemas, no siempre el autor es
tan predecible, cuando escribo yo si suelo serlo, o al menos así me percibo,
pero, regresando al tema,¿alguna vez haz escrito una canción?, yo sí, y también
puedo decir que es posible que no sea tan bueno como los compositores más
conocidos, pero espero que cuando por fin esa letra que escribí se complemente
con música, se convierta en una especie de tema musical para el “momento”, no
sé qué “momento”, pero ese “momento” en donde pareciera necesitamos una especie
de banda sonora para nuestra vida, porque hay “momentos” donde desearíamos nos
acompañara quizás una bella pieza instrumental, un coro o un bolero, yo que sé.
Y aunque a veces no conocemos al
compositor y mucho menos al que interpreta la pieza en cuestión, cual quiera
que esta sea, pensamos en que esa melodía o disco completo fue hecho pensando
en nuestro o nuestros “momentos”, y es ahí donde vamos creando el sound track
de nuestra vida, con canciones propias, prestadas, robadas y regaladas.
Muchos no tenemos la capacidad de
aventurarnos con nuevas canciones, nuestro repertorio se limita y este no
siempre se ajusta a nuestros “momentos”, es ahí cuando te das a la tarea
titánica de inventarte una letra o una melodía para ese momento, y todo porque
tu ramillete de artistas y compositores no tuvieron la delicadeza de pensar en
el “momento” por el cual estás pasando y entonces debes arreglártelas solo.
Hay un disco que llegó a mí en un
“momento” difícil de mi vida, ya saben, la típica historia de la ruptura
sentimental de …la historia de un amor
como no hay otro igual, dice la letra, eso decimos todos, y lo decimos
siempre; el disco del cual hable es El Viaje a Ninguna Parte de Enrique Bunbury,
para quienes me conocen es casi obvio que me haya gustado ese disco solo por
ser de Enrique, pero puedo decir a mi favor que realmente el disco es bueno, y
se adapta a una serie de acontecimientos que suman la separación amorosa, un
viaje a cualquier parte, un grito revolucionario en contra de la codependencia,
una llamado a la reflexión y una invitación a la rebeldía, claro, solo si
estaban perdidamente enamorados hasta al grado de no tener ojos ni vida para
nadie más y posteriormente hicieron un viaje de muchas horas en carretera,
entonces si aplica, y bueno, ese fue mi momento y ese disco el sound track del
mismo.
El Viaje a Ninguna Parte desde el
punto de vista de mi “momento”, en ese momento.
Disco 1.
Que tengas suertecita, muchos cuando rompen con alguien pueden
desearle lo peor, o pueden ser conscientes de que el karma es un boomerang que lanzamos
con mucha fuerza, nos olvidamos de ello, y cuando regresa puede tomarnos desapercibidos
y golpearnos violentamente, entonces como dice el también maestro Andrés
Calamaro …mejor somos amigos, porque para
enemigos hay un montón de gente, debemos
ser maduros y desearle lo mejor a los que dejamos, nos dejaron o qué se yo.
Los restos del naufragio, cuando una relación llega a su fin nos
sentimos destrozados, nuestro barco, el amor, pasa por una tormenta, la ruptura,
a la que no sobrevive intacto, y perdemos muchas cosas que eran parte del
cargamento de ese barco, buenos momentos, ilusiones, etc, pero aunque ese barco
naufrague nos quedan buenas cosas para seguir con vida, para seguir nuestro
camino.
El rescate, en ocasiones decimos te odio, ya no te quiero, no te quiero
volver a ver, pero tal vez estemos pensando todo lo contrario, un ¡no me
busques! Es en realidad un ¡búscame!, un ¡lárgate! Es un ¡no te vayas!, pero
como somos malos para la psicología inversa no desciframos esos códigos, y nos
enceramos en nosotros mismos esperando a que alguien nos rescate, lo malo es
que no siempre él o ella, están dispuestos a pagar el precio del rescate, el
orgullo y otras cosas nos dejan sin fondos o liquidez alguna.
Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, o lo que es
lo mismo, no hagas cosas buenas que parezcan malas y viceversa, pero ya en
serio, ¿podemos evitarlo?
Carmen Jones, existen los buenos amigos, los que te animan cuando
pasas por malos momentos, muchos y muchas Carmen Jones, bueno eso creemos, pero
si no le contamos nada a nadie no esperemos a que por telepatía sepan que los
necesitamos, y si nos están esos amigos, sugiero inventarse una o uno, yo nunca
a conocí a Carmen Jones, pero se la robé a Enrique y me enamoré platónicamente
de ella por mucho tiempo, de vez en cuando la invoco cantando su canción, está
mientras dura esa melodía, pero se esfuma al final de la misma.
Lo que queda por vivir, ¿novio o novia sumisos?, si, conozco de
esos, me han contado, son unos que entregan el corazón sin miramientos y sin
darse cuenta va implícita la libertad y el respeto personal, y cuando al fin
rompen sus cadenas se dan cuenta de todo lo que habían estado perdiendo durante
se mantuvo su idilio con su carcelero o carcelera, es entonces que se piensa...no volveré a pedir permiso.
La chica triste que te hacía reír, cuando escucho esta canción
definitivamente me pregunto si he conocido alguna chica triste que me hacía reír,
y recuerdo que sí, pero es un mal negocio, como bien lo dice la canción, te
arrastra a la melancolía y si no reaccionas te puedes quedar a vivir allí para
siempre, una vez le tomé una foto en una ventana por la cual entraba la luz de
la tarde, llevaba puesto un sombrero negro y fumaba un cigarrillo que dibujaba
un hilillo de humo ascendente, créanme, lo mejor para esos chicos o chicas
tristes es quererlos, pero nunca tratar de entenderlos, podrían salir dañados
en el intento, ambos.
Anidando liendres, debo confesar que para esta rola no tengo algo
inteligente que decir, pero las vendedoras de caricias tienen su lado poético,
lo he pensado, aunque no lo he comprobado.
No me llames cariño, eso es lo que le decimos a él o a ella cuando
surge, desde lo más profundo de nuestro ser, un dejo de dignidad y ya hemos
aguantado suficiente una serie de malos tratos que curiosamente pueden no ser
físicos, pero que dejan cicatrices mucho peores.
Adiós compañeros, Adiós, todos necesitamos, en ciertos “momentos”,
hacer una reflexión de nuestra situación sentimental, necesitamos hacer una introspección,
los viajes ilustran, divierten, dan placer, pero cuando se hacen en solitario
nos dotan de una capacidad reflexiva que no sabíamos que teníamos, y no es
necesario ir a un destino turístico para que funcione, solo tienes que tomar el
avión, autobús o coche mirar un punto cualquiera hacia el horizonte y dejar que
mente divague hasta el cansancio, lo peor que puede pasar es que, en esa
desolación creada por el “momento” por el que atraviesa, encuentre una maleta
llena de respuestas.
En ese viaje, ese disco fue mi
mantra de ida y vuelta, aún me falta comentar el segundo disco, pero lo dejaré
para otra ocasión, o solo si alguien me lo pide, mientras tanto los invito a que
si no tienen la canción ideal para su “momento”, escríbanla, tal vez se
sorprendan del resultado.
1 comentario:
Hermano, investiga un poco más, creo que no tienes ni puta idea de lo que quiere decir cada canción del maestro Enrique, eso sí, son una reverenda poesía y excelentes temas, pero algunos son historias de él, me imagino que las trataste de explicar pensando lo que para ti significan, si es así, es solo para ti. Saludos.
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