lunes, agosto 03, 2015

HARAKIRI: DE PAPEL

"una ciudad de papel,
para una chica de papel"
Margo, CIUDADES DE PAPEL



John Green lo hace de nuevo, el creador del ya famoso libro, BAJO LA MISMA ESTRELLA, ha logrado tocar alguna fibra sensible en mi cada vez más escasa humanidad, si bien no he leído sus libros, las películas basadas en sus textos lograron romper mi armadura de insensible, y en esta última entrega de la mano del director Jake Schreier, CIUDADES DE PAPEL, me remontó a mi adolescencia.

 Green  novelista de 37 años tiene el don de escribir para los jóvenes y no tan jóvenes, yo tengo 32 años y al ver esta última película basada en su novela CIUDADES DE PAPEL, publicada en el 2008, me identifico con el personaje que cuenta la historia.
Creo firmemente que en la vida de los que ahora son conocidos como “forever alone” siempre existió una chica como Margo (Cara Delevingne), de esas que toman las riendas de la vida y tratan de domarla para ponerla a su disposición, de esas que tienen un espíritu libre y aventurero que no les cabe en el cuerpo, de esas que a riesgo de ser llamadas “niño” se enfrentan a todo y contra todo, de esas que te cambian la vida cuando las conoces o de plano te dejan marcado para siempre.

JOHN GREEN

Cuando eres un tipo introvertido, el patito feo, el tímido, el que no corre riesgos, conocer a una chica como Margo es todo un acontecimiento, primero te enamoras de su belleza, pero termina conquistándote su arrojo y determinación, las admiras porque se ven tan libres, tan rebeldes, tan independientes, tan, tan, tan…algunos sabrán de lo que hablo, si ustedes creen que conocer una chica así es demasiado para el corazón de un niño-adolecente, imagínense conocer muchas chicas así a lo largo de tu juventud, es algo de infarto, mentiría si dijera que me enamoré de todas ellas, pero definitivamente me dejaron gratos recuerdos por la energía que irradiaban.

El problema de estas muchachas es que tienen el record mundial de romper corazones de ilusos soñadores que imaginan un romance con ellas, algunos lo consiguen, suertudos, y algunos no, y se convierten en poetas, trovadores, emos o qué se yo, posiblemente escritores, como John Green.



La película es buena, tal vez lenta entre ratos, pero eso sirve para conocer a los demás personajes, tiene un bonito mensaje sobre la amistad, pero sobre todo una invitación a que dejemos nuestros miedos a un lado, a que confiemos en nosotros mismos, a que tomemos riesgos para conseguir lo que deseamos y a no tomarnos la vida tan en serio, la película te dice: deja de ser un espectador de la vida y convierte en un actor de la misma, o estarás condenado a suponer qué hubiese pasado de haberte atrevido a hacerlo.

Casi lo olvido, es probable que todos, aún después de muchos años, nos sintamos como Margo, en busca de respuestas sobre nuestra existencia, que aún nos sigamos buscando, y no tiene nada que ver con la gente que nos rodea, nuestras parejas, nuestros hijos, la familia, los queremos y amamos con todas nuestras fuerzas, pero dentro de nosotros sigue latiendo ese sentimiento que nos hace creer de vez en vez que también somos gente de papel, en ciudades de papel.  
   

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