HARAKIRI. XI
“¡Como te gusta tirarte al suelo para que te recojan!”
-LA MOÑIS EN UN DÍA DE TRABAJO A SU COMPAÑERO LALO.
En ocasiones creo que me gusta ser masoquista, si de por sí me siento mal, busco la manera de sentirme peor, es un gusto estúpido por el dolor, y no hay que luchar mucho para acrecentar mucho mi mal, una fotografía, una canción, algún escrito, una película, lo que sea es bueno, ojalá se tratara de algún dolor muscular, cualquier pastilla haría el trabajo de quitarlo, el dolor viene del alma, ese y otros tipos de dolor son los que me hacen aburrirme de ser humano, ¿Cómo algo tan insignificante como una depresión nos puede tener en la lona tanto tiempo?, realmente es asombroso el cuerpo humano.En una ocasión una compañera de trabajo me dijo algo que me causó mucha gracia y a la vez me alarmó, ella al ver que me quejaba de todo, compartió la frase que su esposo le había dicho en algún momento, me dijo: “¡como te gusta tirarte al suelo para que te recojan!”. ¿Será cierto que los seres humanos tendemos a hacernos las victimas para que se apiaden de nosotros y nos regalen un momentito de su atención?, la neta es que sí, si lo hacemos, consiente o inconscientemente, y seguramente nos vemos patéticos, pero creo que yo ya pase esa etapa, la verdad ya no busco quien me recoja del suelo, si no quien me deje ahí y no me moleste, yo solo me levantaré en algún momento sin ayuda de nadie, mientras déjenme disfrutar la caída, el dolor entumecedor que ésta causa y la caricia fría del piso al cual se moldea nuestro delicado cuerpo, después de un rato ya no se siente el dolor, ya no se siente lo frío, y hasta se queda uno dormido.Deberían de vender un equipo de protección contra las caídas del alma causadas por depresión, digo si se inventan tantas pendejadas algo debería de existir para estos casos, o tal vez deberían crear un seguro para casos extremos en los cuales el alma nunca se recupere, también podría crearse un piso especial para las personas con esos problemas, así lo pondrían de venta en un Home Depot o algo así, creo que sería un buen negocio, ya en casos extremos una clínica especializada en trasplantes de almas, ustedes saben, un lugar en la cual si ya tenemos muy dañada nuestra alma, por tantas caídas depresivas, nos puedan trasplantar alguna que esté en mejor estado para no quedarnos sin una.Diablos, se me olvidaba mencionar que en los golpes que nos damos cuando cae nuestro cuerpo por alguna depresión, no solo se lastima el alma, sino también el cerebro, lo que da como resultado una serie de secuelas en el individuo que se traducen en alucinaciones, por cierto que el primer síntoma es la negación a padecerlas, afortunadamente yo no alucino ni de broma.
Hasta pronto.
浪人
RONIN