"Los prejuicios son la razón de los tontos"
VOLTAIRE
En esta nueva aventura de ser
padre uno se enfrenta a muchos temores, existen muchas dudas y no se sabe cuál
es el camino correcto ni la fórmula secreta para educar bien a los hijos, siempre
se tienen modelos disponibles y ejemplos prácticos de cómo hacerlo, es más,
cada unos de nosotros somos el resultado de un esfuerzo de nuestros padres al
haber inculcado una buena educación en nuestra persona, algunos los analizamos y
muchos otros ni siquiera lo recordamos, y posiblemente a estas alturas de la
vida tampoco le damos mayor importancia.
Un temor que me persigue es el de
la educación escolar de mi hija y el ambiente en donde se desarrollará como
persona, es decir, ciertamente la escuela se encarga de las teorías sobre
ciencias, letras y artes y nosotros nos encargamos de los valores, aunque
algunos padres piensan que todo es trabajo de las escuelas, ya que argumentaran
que para eso pagan lo que pagan, refiriéndome obviamente a los que envían a sus
hijos a las escuelas privadas.
Ya siendo sincero me preocupan
las amistades que tendrá mi hija en la escuela, no me mal interpreten, no me
interesa que asista con la “crema y nata” de la sociedad tabasqueña, es más, al
contrario, eso me asusta mucho, sin hacerme menos, conozco mi realidad
económica y social, y aunque existen familias de renombre en la socialité de
Tabasco muchas de estas, aunque son raras, son modestas y sencillas en su trato
para con los demás, supongo que son las familias que no adquirieron sus títulos
de nobleza de la noche a la mañana, o como se dice por ahí, no se trata de
nuevos ricos.
Quiero que mi hija ubique que si
alguna vez asiste a una escuela de paga no es porque sus “papis” tienen dinero,
que bueno, no es pecado tener dinero, no estoy en contra de los ricos, pero si
en contra de las actitudes prepotentes y prejuiciosas de los que se sienten
superiores a los demás, eso es lo que le voy a enseñar a mi hija, que como
mencionaba, quiero que entienda que si sus padres le pagan escuela privada es
porque desean una preparación más exigente para que no tengan carencias de
conocimientos en un mundo tan competido.
Desafortunadamente la enseñanza
de casa puede verse afectada por las amistades de las escuela tanto públicas
como privadas, en ese universo de niños existen los que tienen padres que no se
han preocupado por enseñarle valores y educación a sus hijos, y nuestros hijos
están a expensas de aprender cosas que no nos parecen al igual que habrá padres
que no les gusten ciertas costumbres que nuestros hijos manifiestan en
presencia sus niños y estos las copien.
Lo bonito de ser niño es que no
existen prejuicios y menos cuando se tiene 2 años, como en el caso de mi niña,
al parecer ella es la más pequeña, de edad, en su grupo de ballet, y la verdad
es que aún no cuenta con un vocabulario fluido, cuando llegamos a la sala de
espera del instituto escuchamos comentarios de niñas mayores que recomiendan a
otras pequeñas no juntarse con mi niña porque no se le entiende lo que dice,
pero esos comentarios no le ofenden a mi hija porque aún no entiende lo que es
ser excluida.
Debo confesar que es realmente
una tortura esperar 1 hora en la estancia del instituto a que salga mi niña de
su clase, muchas de las mamás tiene una actitud insoportable, las miras y sabes
de el por qué sus hijas son como son, puedes ver escenas que te dejan con la
boca abierta, desde la niña que no se está quieta y le dan un Ipad para que se
controle, hasta las niñas que llegan con sus “nanas” y las tratan mal, niñas de
escasos 6 años que ya traen a las “muchachas” marcando el paso.
Mi esposa me contó que una niña,
que al principio no sentía simpatía por mi pequeña, se encontraba con mi hija
mirando por la ventana un perro que llamaba poderosamente la atención de mi
chiquita, para poder ver el perro mi hija se subió a un mueble e invitaba a su
compañerita a observar la escena, pero la madre de la niña al percatarse de
este hecho inmediatamente le llamó la atención a su hija argumentando que ¡las niñas de clase no se ponen a mirar
perros por la ventana!
Después de escuchar esto no le di
mucha importancia, pero con forme pasaron las horas algo me inquietó y pensé,
quiere decir que la señora piensa que mi hija no tiene clase, cosa que no me
quita el sueño, lo que me molesta es la actitud y la idea tan estúpida que le
está enseñando a su hija, la niña no tiene la culpa, ella solo repetirá lo que
su madre le enseñe, la mejor opinión la tienen ustedes, solo hay que recordar
que por personas como esta es que existimos las mexicanos de primera de segunda
tercera y los que le siguen.
Debo aceptar que no soy el padre
más fashion o metrosexual que llega a dejar a su hija, soy pandroso, lo acepto,
no tengo clase, puede ser, pero tengo una niña hermosa que me sigue y me busca
con insistencia y para la cual soy lo máximo y pretendo seguir trabajando para
que tenga ese concepto de mi, y lo mejor de todo, pretendo enseñarle que los
prejuicios de cualquier tipo envilecen el alma y al corazón.
En conclusión, ¿sirve de algo “tener
clase” si no se tiene educación?