"El hombre que hace cosas,
comete errores,
pero no comete el mas grande de todos los errores:
el error de no hacer nada."
- Benjamin Franklin -
No sé si sea un estado mental que afecta mi optimismo emocional, ni siquiera sé si se trata de una bipolaridad que me hace tambalear entre el positivismo y negativismo desmedido con el que suelo observar el mundo, no sé que sea realmente lo que me ha llevado a pensar que soy un caso de estudio para mi propio universo, porque “soy error”.
Un error que camina, respira y habla, y en ocasiones piensa, un golem compuesto de carne, viseras y sangre, un autómata moviéndose a la deriva de la vida, camino por ahí persiguiendo anhelos puramente idealistas, nada prácticos para una vida que es movida por los engranes de lo que se puede palpar, mas no de lo que se puede soñar, el plano onírico y las 6 u ocho horas en que cierro los ojos se hicieron para eso, pero mientras estoy despierto me veo obligado a sujetarme a las normas de la realidad, unirme a la practicidad para sobrevivir y dar sustento a quienes dependen de mi.
Un error tras otro constituye mi historia, el pié con el que me levanto cada mañana, la ruta que tomo hacia el trabajo, el tono con el que dije algo, la cantidad de alimento que ingerí, la destreza en la cual pensé sería bueno, la decisión que marcaría mi vida, la canción que escribí, el escrito que pensé valía la pena, bueno, mi historia misma.
Busco adelantarme mentalmente a mi siguiente movimiento para evitar un error apelando por un poder psíquico que no poseo, paso a una simulación mental, cargo toda la información, considero todos los factores, mi cerebro impulsado por un ratón que gira dando tumbos en un cuadrado, porque un circulo no me gustó, tarda en procesar todos los datos y cuando espero la respuesta que me hará tomar la decisión apropiada, el sistema se bloquea, nuevamente aparece el mensaje de error.
Escuchando a los aburridos genios que se hacen ricos diciéndole a gente como yo, que los errores se pueden evitar y tienen solución, he pensado seriamente en vender mis errores por Internet, así como el yin y el yan, el blanco y negro, lo frío y lo caliente, siguiendo la idea de que si hay un error debe existir un acierto, me propongo vender mis errores a gente que no tiene ni uno solo, debe ser, en algún momento de sus vidas, aburrido saber que nunca cometerán una equivocación, ni por error.
Existe la posibilidad que siendo un ente del error mismo pueda conseguir cosas como vivir mas que el promedio, con lo que acumulare un colección de vivencias que, en el punto más álgido de mi limitada perfección racional, me permita convertirme en un ermitaño filósofo que tenga respuesta para otros, menos para si mismo, y entonces, solo entonces encuentre un uso practico para mi situación.
Un error que camina, respira y habla, y en ocasiones piensa, un golem compuesto de carne, viseras y sangre, un autómata moviéndose a la deriva de la vida, camino por ahí persiguiendo anhelos puramente idealistas, nada prácticos para una vida que es movida por los engranes de lo que se puede palpar, mas no de lo que se puede soñar, el plano onírico y las 6 u ocho horas en que cierro los ojos se hicieron para eso, pero mientras estoy despierto me veo obligado a sujetarme a las normas de la realidad, unirme a la practicidad para sobrevivir y dar sustento a quienes dependen de mi.
Un error tras otro constituye mi historia, el pié con el que me levanto cada mañana, la ruta que tomo hacia el trabajo, el tono con el que dije algo, la cantidad de alimento que ingerí, la destreza en la cual pensé sería bueno, la decisión que marcaría mi vida, la canción que escribí, el escrito que pensé valía la pena, bueno, mi historia misma.
Busco adelantarme mentalmente a mi siguiente movimiento para evitar un error apelando por un poder psíquico que no poseo, paso a una simulación mental, cargo toda la información, considero todos los factores, mi cerebro impulsado por un ratón que gira dando tumbos en un cuadrado, porque un circulo no me gustó, tarda en procesar todos los datos y cuando espero la respuesta que me hará tomar la decisión apropiada, el sistema se bloquea, nuevamente aparece el mensaje de error.
Escuchando a los aburridos genios que se hacen ricos diciéndole a gente como yo, que los errores se pueden evitar y tienen solución, he pensado seriamente en vender mis errores por Internet, así como el yin y el yan, el blanco y negro, lo frío y lo caliente, siguiendo la idea de que si hay un error debe existir un acierto, me propongo vender mis errores a gente que no tiene ni uno solo, debe ser, en algún momento de sus vidas, aburrido saber que nunca cometerán una equivocación, ni por error.
Existe la posibilidad que siendo un ente del error mismo pueda conseguir cosas como vivir mas que el promedio, con lo que acumulare un colección de vivencias que, en el punto más álgido de mi limitada perfección racional, me permita convertirme en un ermitaño filósofo que tenga respuesta para otros, menos para si mismo, y entonces, solo entonces encuentre un uso practico para mi situación.
浪人
RONIN
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