Imagen creada con Meta AI
Ese día durante su jornada laboral recibió un mensaje sobre una certificación de su carrera, tenía que llenar un formulario y parte importante de la información tenía que ver con la generación a la cual había pertenecido, en ese momento no recordaba el dato yy además estaba muy ocupado, lo retomaría llegando a casa.
El portero del edificio donde vivía le recordó que había llegado un paquete, tenía etiquetas de china así que supuso que se trataba de algo que había ordenado días atrás pero que ya ni siquiera recordaba qué era, tenía un buen tamaño, como el de un microondas y su peso era como el de un electrodoméstico, tal vez una cafetera, pensó.
Para variar el elevador del edificio no funcionaba así que uvo que subir cinco pisos hasta su departamento que era el numero 10, ese edificio ya era algo viejo, había sido construido en 1982 así que tenía sus añitos.
Después de malabarear con el paquete, su portafolios y la llave de la casa logró abrir, colocó el paquete en uno de los sillones de la sala-comedor-cocina, era un departamento pequeño, y se dispuso a quitarse los zapatos y calcetines y ponerse sus adorables chanclas.
Caminó hacia el refri para mirar las opciones de comida pero estaba casi vacía, solo tenía lo de sus desayunos; huevos.
Su celular comenzó a sonar, eran las notificaciones que cayeron en cascada, recibo de luz, de agua, el internet, la cuenta de streaming, el seguro del auto, la tarjeta de crédito y por supuesto la renta, una gloriosa tarde de transferencias en contra.
Cuando terminó de pagar todo apenas le quedó para la gasolina y comida, ya vería qué hacer, cuando se reclinó en el mueble se acordó del paquete y lo abrió, por fin pudo ver su contenido, un mini componente, no recordaba haberlo pedido pero fue su momento de alegría, ahora podía escuchar de nuevo sus cd´s guardados, de una vez aprovecharía a buscar el documento para verificar la generación a la que pertenecía, había tardado en salir de la universidad y se había titulado mucho tiempo después, por eso se confundía con las fechas.
En un closet de la casa tenía una caja con sus discos y con sus papeles de la universidad, odiaba que en algún momento de la vida todo tenía que ver con papeles, trámites y toda esa basura que le permitía al sistema decidir si existías o no.
Encontró la caja de disco que buscaba, la de los papeles le valió. Conectó el minicomponente y comenzó a ordenar los discos por géneros, reprodujo un par como confirmando que aún sirvieran y cuando navegaba entre las cajas de cd´s encontró una con su nombre, era de esos disco que uno “quemaba” en la computadora, cuando abrió la caja encontró un cd que tenía escrito con letras rojas “Escucha la verdad”, eso le causó extrañeza, no recordaba de qué año era ese disco y por qué tenía ese título, tal vez ni siquiera de audio, tal vez se trataba de una película, aún así lo colocó en el reproductor de cd y se escuchó una voz familiar que saludaba con un ¡hola!; de inmediato supo que era su voz, se sentó en su sillón y escuchó con atención el audio:
“…seguramente ya pasaron algunos años desde que grabé este audio, déjame decir que la intención de esta grabación radica en dos cosas, desactivar tu conciencia o dejarte continuar tu vida como hasta ahora, el factor importante quí es el grado de éxito que hayas tenido en la vida; es decir, si te casaste, tienes hijos, una casa propia, el perro que siempre quisimos y un buen auto quiere decir que logramos nuestro cometido, pero si por el contrario no logramos nada de eso y nos encontramos estancados el programa ha fallado y esta realidad debe ser desechada, a partir de este momento no podrás moverte y serás un vegetal por el resto de tu días, poco apoco tu conciencia desaparecerá de ese cuerpo que tienes ahora y viajará a otra realidad para alcanzar nuestros sueños, si estoy equivocado ignora mis palabras y disfruta tu exitosa vida, este mensaje desaparecerá de tu realidad en 5, 4, 3, 2, 1.”
Un mes después de aquel día, el portero del edificio derribó la puerta del departamento porque el inquilino no daba señales de vida y debía la renta; lo encontraron sentado en su mueble mirando hacia la nada, sin respuesta a ningún estímulo, a manera de broma el portero del edificio dijo que se lo habían llevado los OVNIS.
Aquel hombre terminó sus días en un Hospital, solo, olvidado, liberado del sistema, del mundo, de la realidad, todo por haber escuchado la verdad, su verdad, una que ya no quería, que no soportaba.
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