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miércoles, mayo 14, 2025

OVNI EN LA SELVA

Imagen creada con Meta AI 

Me invitaron a un viaje, pero no de los que requieren alucinógenos, y sin embargo no imaginé que terminaría en una aventura fuera de este mundo.

Nacemos, crecemos, buscamos trabajo y esperamos nuestra jubilación, es nuestro ciclo laboral sin tantas vueltas, no todos consiguen llegar al retiro, en ocasiones el fantasma del desempleo nos asecha a todos esperando a que cometamos el más mínimo error para despojarnos de esa tambaleante estabilidad que nos da el ingreso de un trabajo seguro, bueno, decir seguro es solo eso un decir porque lo único seguro en esta vida definitivamente es la muerte y con ese pretexto: de que nos vamos a morir, justificamos algunas acciones en nuestra vida, tomamos decisiones que comparadas con la muerte creemos no son tan malas, hasta que aparecen ciertas consecuencias derivadas de las mismas.

En una de esas que me invitan a un viaje cuyo destino sería un paraje lleno de aguas turquesas, mucha vegetación y aire limpio, eso sí, también exigía algo de sacrificio pues según lo dicho posiblemente entraríamos el corazón de la selva chiapaneca, el asunto no me parecía tan emocionante siendo originario del Infierno Verde; así describía Salvador Manrique a Tabasco, también le dicen la Esmeralda del Sureste pero definitivamente no es lo mismo la selva de la planicie que la selva de los cerros y las montañas, allá las cosas son más duras y aventurarse en sus terrenos exige condición física, aunque determinación, coraje y terquedad ayudan mucho a falta de lo primero.

La invitación me la hizo mi padre postizo, médico jubilado con mucho amor por la naturaleza, que ahora con tiempo de sobra, pues ya no trabajaba, quería cumplir un deseo que lo perseguía por las noches en sus guardias laborales: conocer la Laguna Miramar.

Estoy de acuerdo en que las cosas no se deben pensar tanto porque muchas veces se termina no haciendo nada, pero créanme cuando les digo que un poquito de planeación no viene nada mal cuando deseen hacer algo porque los problemas vienen después y cuando ya tienen la bronca encima solo queda resolver o atenerse a las consecuencias.

A mí no más me dijeron empaca ligero, en ningún momento tuve mucha información, me dijeron: vamos a un viaje a la selva y hay que caminar unos 5 km para llegar hasta nuestro destino, pero nunca pensé que las distancias, aparentemente cortas, podían convertirse en una pesadilla cuando van cuesta arriba o cuesta abajo. 

Como buen Godín aprovechamos un puente para viajar, aunque mi padre ya es jubilado requería que yo tuviese los días libres para acompañarlo y así fue, salimos un miércoles después de mi trabajo y yo manejé, fui conociendo el itinerario sobre la marcha. Chiapas no me era del todo extraño, he manejado hasta Rancho Nuevo un par de veces, a San Cristóbal y a Ocozocoautla, pero nunca más allá de esos destinos, entonces fue así que en el coche de mi apá, un Toyota Prius; no les voy a mentir, ese coche no me gustaba pero me dio una lección de comodidad, ahorro de gasolina y eficiencia, manejé de Villahermosa hasta Comitán, por cierto que no sin antes perderme unos minutos en Tuxtla Gutiérrez, llegamos ya de noche, no sé si les ha pasado pero el paisaje cambia mucho si lo observas de día o de noche, uno no se ubica igual, hay que ser muy observador para poder tener una referencia de la luz o la oscuridad, siempre me pasa, por alguna chingadera u otra siempre me pierdo en Tuxtla.

Salimos un miércoles de Villahermosa, tuvo que ser a la hora que salí del trabajo a las 15:00 horas, pensé que como el día siguiente sería festivo, todo el mundo aprovecharía para viajar por lo que la carretera estaría atascada de autos, para nuestra suerte no fue así, tuvimos un viaje muy apacible, platicando de todo un poco, de las personas que conocíamos muchos de ellos poetas y escritores; Teodosio García “Teo” hermano de un buen amigo, Urrusti que es amigo de mi apá médico, platicamos de Radio Corat, surgió el nombre de Carmen Leticia Cano que me adoptó durante la universidad, hablamos del periodo de González Pedrero como gobernador de Tabasco, de su esposa como impulsora de la cultura, de Nicaragua, la guerrilla, el socialismo y otras tantas luchas que a la distancia y en mi opinión no sé si valieron la pena por la cantidad de sangre y vidas que costaron; el mundo no ha cambiado mucho, siguen existiendo supuestas revoluciones que seguramente terminaran en nuevas dictaduras cuyo final será otra revolución.

No habían pasado tantos meses de mi visita a Chiapas, escuché en las noticias sobre el alza en el peaje, en diciembre estuvo en $ 80 pesos, ahora en $101 pesos, viajar en auto ya es un lujo también, en esta ocasión el estado de las carreteras estuvo bien sin embargo cuando tienes que pasar por tres o cuatro casetas el presupuesto de un viaje puede elevarse, cuando ya no dependamos de las gasolinas dudo que los costos de los viajes disminuyan, seguiremos usando energía que como la gasolina en lugar de mantenerse en un precio seguirá aumentando cada mes, eso es seguro, no creo que se extinga el capitalismo.

De Villahermosa llegamos a Tuxtla, seguimos a San Cristóbal y de allí a Comitán, era mi primera vez en ese municipio, llegamos a las 21:00 hrs., esa noche pernoctamos en un hotel, dimos una vuelta rápida por el parque, hacía un clima fresco, agradable, dormimos lo más pronto posible, aun había camino por andar.

A la mañana siguiente salimos temprano para llevar el carro a guardar en casa del hermano de un amigo de mi padre, según le habían contado no podíamos llegar en el carro hasta nuestro destino final así que decidió dejarlo en ese lugar por seguridad, la Colonia Magisterial de Comitán.

Las personas que nos dejaron guardar el coche en su propiedad nos dieron aventón hasta la terminar donde se encontraban las “combis” para llegar a un lugar llamado “Las Margaritas”, el recorrido hasta ese lugar fue corto ya que solo estaba a 20 kilómetros de Comitán, debo confesar que encuentro cierto placer cuando soy pasajero en el transporte, puedo ir observando todo sin necesidad de tener que preocuparme por la conducción, aunque  lo que nos ocurrió después cambiaría un poco esta idea que tenía.

Una vez que estuvimos en “Las Margaritas” debimos buscar otra terminal, pero ahora nuestro destino sería “San Quintín”, pedimos instrucciones y nos indicaron cómo llegar a la terminal de “combis” que nos llevarían a ese lugar, se trataba de un viaje de aproximadamente 121 kilómetros, esa distancia un auto puede cubrirla en un tiempo aproximado de una hora y minutos, pero no sería este el caso, mi padre me había comentado que era un viaje como de cinco horas, no sonaba racional, después descubriríamos por qué.

La salida de las “combis” para San Quintín se encontraba en el mercado de las Margaritas, llegamos temprano, el transporte saldría a las 10:00 hrs., así que todavía podíamos desayunar, cosa que realmente me preocupaba porque si bien tengo familia en Chiapas pues ellos finalmente son Tabasqueños y nos entendemos en cuestiones de comida, pero cuando salgo de mi pueblo sufro mucho.

Buscamos dónde desayunar dentro del mercado, a mi edad 42 años, ya no puedo arriesgarme a comer ciertas cosas, ya hay cosas que me hacen daño. Preguntamos como en tres lugares y no había huevos al gusto para desayunar, además solo nos ofrecían caldos y mole, esos platillos son una excelente comida pero ya por la tarde, para la mañana con unos buenos tacos bastaba, pero los tacos eran afuera del mercado y comiendo de pie y mi apá no comería de pie, según me contó podía caminar mucho pero no estar de pie mucho tiempo, lo miré con cara de incredulidad pues él había nacido, crecido y estudiado medicina en el D.F. y siempre que podía me presumía que se había criado en el barrio pero ya rumbo a sus setenta primaveras el barrio lo abandonaba y los achaques le ganaban terreno a sus pies.

Después de deambular un rato por el mercado encontramos un lugar que accedió a prepararle a mi padre unos huevos a la mexicana, yo por mi parte me rascaba la cabeza pensando qué iba a pedir, no quise huevos así que debía elegir entre pollo en caldo con verduras, puchero, mondongo, mole o costilla de cerdo, opté por la costilla de cerdo, ¿Qué podía salir mal?, yo imaginaba mis costillas asadas o en un guiso más familiar pero no fue así, las costillas venían en una especie de adobo acompañadas con arroz, suspiré y me dije a mi mismo que era mejor comer porque no sabía cómo estaría el resto del viaje y seguramente necesitaría fuerzas así que nada mejor que un desayuno así de rudo para aguantar lo que viniera.

La “combi” en la que viajaríamos no solo transportaba personas, en la parte del techo contaba con una canastilla que le permitía llevar consigo cualquier tipo de mercancía, una vez estando en San Quintín y después de conversar con el chofer comprendería que por la ubicación del poblado la gente de aquel lugar “bajaba” a Las Margaritas por suministros casi imposibles de encontrar de otra forma.

 Aunque habíamos pactado con los checadores del sitio nuestro viaje a San Quintín por poco y nos quedamos sin lugar, hubo un mal entendido y a mi padre lo mandaron a un banquito de plástico en la parte trasera de la combi y a mí me mandaron junto al chofer en la parte de adelante, mi padre es tamaño petite mide como 1.60 y pesa como 65 o 70 kg y yo mido 1.75 y peso 100 kg, ya se imaginarán lo incomodo que iba porque en la parte delantera del transporte solo caben el chofer y dos personas más, y a mí me tocó en medio, ese asiento está raro porque como que está más levantado que el que se encuentra a un costado de la ventana, pero ni modo, nos urgía llegar lo más pronto posible a nuestro destino.

El 1 de enero de 1994 se llevó a cabo el levantamiento zapatista de la mano del Ejército de Liberación Nacional, E.Z.L.N. por sus siglas, teniendo como demandas principales la justicia y reivindicación de los pueblos indígenas de México y de los pobres, por aquellos años yo estudiaba el sexto año de primaria y como nuestro salón estaba algo alto y la barda de la escuela baja podíamos ver pasar los destacamentos del ejército que se dirigían a Chiapas por la carretera Villahermosa-Teapa con dirección a la Selva Negra seguramente, como niños no atendíamos lo que sucedía, y hoy puedo decir que tengo mis dudas sobre el resultado de aquel movimiento, pude observar los vestigios del zapatismo chiapaneco cuando nos dirigíamos a nuestro destino, letreros que advertían a visitantes que estaban a punto de entrar es una comunidad zapatista, que debían moderar su velocidad, no ingerir bebidas alcohólicas y no tirar basura porque de lo contrario serían remitidos al comisario y además multados, sobra decir que me gustó una frase que se repetía en cada uno de esos letreros “aquí manda el pueblo y el gobierno obedece”.

Pocas personas pueden presumir de conocer el sabor de la comida del rancho, ese ahumado que solo se consigue cocinando a fuego de leña, la leña es un recurso muy preciado en muchas zonas del país donde aun es muy complejo que el gas se use para cocinar o calentarse porque la distribución es casi imposible por la geografía, el problema es que la leña viene de los árboles, sabemos que la deforestación afecta los ecosistemas de muchas maneras, la agricultura y la ganadería también abonan a la tala de grandes extensiones de bosque y selva, pero no te puedes poner ecologista cuando para comer necesitas criar ganado, sembrar milpa y limpiar el terreno de aquello que te impida sobrevivir, se depende aún de la leña y de algo que desde épocas primitivas fue y sigue siendo vital: el fuego. 

Durante todo el camino, amontonadas a la orilla de la carretera no dejé de ver varios pedazos de leña ordenaditos, yo deduje que esas eran “cargas de leña”, pero me intrigaba mucho que solo estaban allí, como abandonadas, como si nadie las cuidara o no le pertenecieran a nadie, me preguntaba qué sucedía si alguien las tomaba, ¿acaso les cortarían las manos?, ¿serían remitidos al comisario?, ¿se darían cuenta si quiera que alguien las tomó?, bueno y ultimadamente ¿por qué las dejaban allí?, se supone que en Japón nadie toma nada que no le pertenece y quise suponer que en las comunidades zapatistas también este era el caso, son más civilizados que los que vivimos en la ciudad.

La primera vez que me aventuré a San Cristóbal fue con unos amigos de la universidad, solo llevamos el dinero justo para gasolina y medio comer, en esos días cada uno tenía cosas en qué pensar, corazones rotos y ganas de escapar de la realidad, canciones de Silvio Rodríguez no acompañaron en nuestro viaje, eso bastó para que yo, que no soy tan fanático de la trova, me prendara de algunas canciones de Silvio: “Por quien merece amor”, “Tu fantasma” y “Yolanda (Te amo)” a dueto con Pablo Milanés. También tuvimos la fortuna de escuchar Radio Insurgente Zapatista, algo muy breve, la noche que mi padre y yo pasamos por San Cristóbal intentamos buscarla, pero no tuvimos éxito.

La comunidad intelectual en México y en el extranjero simpatizó con la causa zapatista apoyando de manera presencial y enviando recursos al movimiento, creando fundaciones y programas para ayudar a las comunidades, uno de esos tantos artistas ha sido Panteón Rococó; en su disco “Tres veces tres” incluye en su última pista un “Programa especial de la radio insurgente: la voz de los sin voz, la voz del E.Z.L.N del 2004”, en ese audio creo que el Sub Comandante Marcos narra un cuento y menciona un lugar llamado “La Realidad”, nunca pensé que alguna vez me encontraría parado en “La Realidad”, fue entonces que pensé la ironía del momento, yo queriendo escapar de la realidad y ahora me encontraba justo allí, por cierto ese programa especial no lo van encontrar como parte del disco en Spotify, tendrían que escuchar el cd. 

En algún momento de mis años lectores, cuando caminaba por una librería, me topé con un libro escrito a cuatros manos, entre el Sub Comandante Marcos y Paco Ignacio Taibo II titulado “Muertos incómodos”, allí me enteré de que existía un refresco de nombre “Chaparritas el naranjo”; en la trama el “Sub” le pide a un compañero que debe viajar a la ciudad de México en una misión especial que a su regreso, si le era posible, le consiguiera una botella de “chaparritas”, olvidé el sabor que encargó.

Aunque mas disperso que nunca el movimiento zapatista sigue allí, escondido en la selva, si te detienes a observar bien lo puedes ver asomándose entre los árboles, entre su gente, en su igualdad y en su respeto entre sus semejantes y es lo que exige finalmente a todo aquel que llegue de fuera de la comunidad indígena, piden respeto y justica, quiero quedarme con eso.

En “La Realidad” bajaron algunas personas, tuve señal por algunos minutos por eso supe, sin querer, que nos encontrábamos allí, para esto ya en mi cerebro traía como tres horas de corridos, reggaetón, corridos tumbados, cumbia texana y todo lo que traía el chofer en su USB de no sé cuántos gigas de canciones, para no dormirse supuse. 

Luego de seis horas de viaje llegamos a San Quintín aproximadamente a las cuatro de la tarde, entumidos, cansados y con hambre, pero hasta cierto grado aliviados de haber llegado. Se dice que preguntando se llega a Roma así que preguntamos por un lugar en donde se supone había cabañas, una vez que recibimos las indicaciones nos dirigimos hacia allá y mientras caminábamos pude ver un cuartel del Ejército Mexicano, se me hizo raro ver la insignia de la Fuerza Aérea Mexicana, después nos enteraríamos que esa “carretera” de asfalto por donde ahora andábamos era en realidad una pista de aterrizaje.

La pista de aterrizaje no fue lo único que se me hizo extraño ya que a la vuelta de una curva vimos un Banco Bienestar con cajero y todo, pensé que nos encontrábamos en la Patagonia chiapaneca, en el fin del mundo, pero con un Banco Bienestar.

Una vez que llegamos a la cabaña la noche se estaba asomando, no había manera de que a esa hora nos aventuráramos a ir a la “Laguna Miramar”, para llegar allí había que caminar un sendero de cinco kilómetros de largo, eso nos hacía pensar que se nos haría de noche en el camino así que decidimos pernoctar en la cabaña y salir al día siguiente muy temprano.       

A la mañana siguiente despertamos muy temprano, recorrimos el sendero, fuimos a la laguna, regresamos, pero calculamos mal el tiempo y la combi de regreso a Las margaritas se nos fue. 

Estábamos “atrapados” en San Quintín por tiempo indefinido, no teníamos otra manera de salir y ya no queríamos quedarnos otro día allí, como aún no habíamos desayunado nos fuimos a una lugar que vendía comida y que parecía ser un punto de reunión de esa parte del pueblo porque los lugareños llegaban a comer a ese lugar, le platicaos nuestra odisea al dueño y nos dijo que si queríamos podíamos dejar nuestras cosas mientras buscábamos la manera de salir de allí, afortunadamente para nosotros vimos pasar otra de las combis que había llegado ese día con otros pasajeros y mi padre fue a preguntarle en qué horarios podíamos salir de allí, le dijeron que a media noche habría otra salida, ni modo era la única opción real que teníamos, pero nos preguntábamos qué íbamos a hacer hasta las doce de la noche si apenas era medio día.

Dejamos nuestras cosas y nos fuimos sentar a una tienda como a un kilómetro, comimos unas frituras y después de un rato la tienda cerró su cortina, la tarde cayó y nosotros seguíamos esperando poder salir de allí, fue entonces que al regresar por nuestras cosas hasta donde las habíamos dejado, al entrar al lugar, un señor saludó muy efusivamente a mi padre y nos invitó a sentarnos en su mesa en la cual ya había un six de cerveza y un plato con carne al pastor, camarones y otras cosas.

Resultó ser que, cuando caminamos por la mañana hacia la laguna, nuestro anfitrión se topó con nosotros en el sendero y nos saludó, nosotros le respondimos el saludo y eso le agradó al señor que esa tarde-noche se encontraba celebrando su cumpleaños y pues estaba contento, dijo que, ante la muestra de respeto de mi padre, al contestarle el saludo, no podía hacer otra cosa que invitarle una cerveza y compartir los alimentos.

Nuestro anfitrión dijo llamarse Romeo y nos preguntó si habíamos disfrutado nuestra estancia en la laguna, a lo que nosotros le respondimos que sí, que todo había estado muy bonito, cansado pero bonito y después de una segunda ronda de cervezas nos preguntó si habíamos visto las luces en el cielo, mi padre y yo nos volteamos a ver y le dijimos que no porque caminamos de día, que nada de eso, seguimos bebiendo y comiendo y se me ocurrió preguntarle por los bultos de madera que se encontraban a las orillas de la carretera, que si nadie se los robaba, entonces Romeo entrecerró los ojos y nos dijo que hacía unos meses les estaban robando la leña, pero que los culpables no eran de este mundo.

Romeo tenía parcelas en el cerro y nos contó que un día se le hizo tarde porque andaba tanteando a una manada de jabalíes que le estaban comiendo el maíz en su milpa, así que había decidido darles su merecido pues estaban afectando su cultivo, a pesar de que la cacería está prohibida en la selva, cuando se trata de las parcelas los ejidatarios pueden resolverlo como mejor les parezca siempre y cuando respeten ciertas reglas; la cosa es que Romeo pudo ahuyentar a los jabalíes de su parcela pero le cayó la noche, tomó su caballo y enfiló hacia su casa, fue entonces que a la distancia vio luces que se encendían y se apagaban, si bien en San Quintín existe una pista de aterrizaje la llegada de aeronaves era muy esporádica, además él las divisiva, las luces vistas, hasta cierto modo cerca y a baja altura, dijo que emitían una especie de zumbido y la curiosidad lo hizo acercarse hasta el objeto en cuestión, lo describió como una especie de plato volador como de un metro de diámetro, con muchas luces y que se encontraba planeando sobre una pila de leña que estaba a un costado del sendero de donde con un artilugio tomó una carga de leña para luego alejarse entre los cerros.

La verdad es que al escuchar la historia de Romeo sobre ese objeto volador no identificado que se robaba la leña no nos convenció mucho, sobre todo porque en la mesa los vestigios de tres six de cervezas hacían que su historia tuviese poca credibilidad, además ya Romeo se tambaleaba en su silla, fuimos prudentes y decidimos solo escuchar su relato y no ahondar más en el tema, el cansancio hizo estragos en nuestro anfitrión que se despidió de nosotros y se retiró del lugar mientras cantaba una especie de corrido que no reconocí.

Ya solos mi padre y yo retomamos la historia de Romeo, yo le dije a mi padre que creía que pudiese haber un OVNI tan pequeño, un metro de diámetro, además ¿para qué carajos iban a querer leña los extraterrestres?

Tomamos nuestras cosas y nos fuimos a buscar la combi que nos llevaría a Las Margaritas, aún faltaban unas horas, mi padre me invitó unas quesadillas, hablamos de la gente abusiva, esa a la que le das la mano y te agarra todo el brazo, gente cuyo ego no les deja ver sus errores y que a pesar de ver la tempestad no se hincan, gente al fin.

Por fin llegó la hora de partir, la salida se adelantó una hora, a las 23:00 horas nos pusimos en marcha, pensamos que la ventaja de viajar de noche era que las seis horas de camino hasta Las Margaritas nos la aventaríamos dormidos y sin contratiempos, que equivocados estábamos.

A mí me tocó sentarme hasta la parte de atrás de la combi, justo a un lado de la ventana, llevaba cupo lleno, no cabía nadie más, la música de cumbias texanas me adormeció, las cervezas que había tomado horas antes ayudó a que mi cuerpo se relajara y a como pude me acomodé en ese espacio reducido, frente a mí una señora muy delgada llevaba entre su reboso a una niña totalmente dormida que si mal no recuerdo hubo momentos en el camino en el que la señora se quedó dormida y la niña colgaba como una muñeca de trapo totalmente de cabeza y parecía que en cualquier momento se le caería a la mamá, afortunadamente no pasó.

Despertaba a ratos, el camino totalmente de terracería en aquel tramo, cerro abajo, hacía el viaje muy movido, hicimos algunas paradas dejando y levantando gente, después de un rato me volví a dormir, pero fue por poco tiempo, un fuerte brinco y los gritos de las personas me despertaron, nos salimos del camino, temimos lo peor, al estar en el cerro pensamos que nos encontrábamos a la orilla de algún voladero, precipicio o como le quieran decir, afortunadamente nos detuvo una cortina de monte bastante densa y quedamos atrapados en la cuneta, si hubiésemos ido más rápido la combi se hubiera volteado.

Comenzamos a bajar del vehículo uno a uno, al parecer el chofer se había quedado dormido y casi nos mata a todos, claro que nunca reconoció su falta de pericia y todavía el muy sin vergüenza nos pidió empujar la combi para sacarla de la cuneta donde estaba atascada y fue entonces que sucedió lo inimaginable, alguien advirtió que un objeto volaba a baja altura en el cielo, todos volteamos ver, mi padre se me acercó y me dijo: ¡el OVNI de Romeo!, toda mi vida había esperado vivir una experiencia así y ahora se estaba haciendo realidad, no sabía si habíamos muerto y ya estábamos en otro plano dimensional, si se trataba de la cheve que nos tomamos o de plano se trataba de histeria colectiva ocasionada por el accidente que acaba de ocurrirnos, pero por más que quise negarlo allí estaba el plato metálico de un metro de diámetro que emitía un zumbido con luces intermitentes y efectivamente le colgaba una carga de leña que seguramente acababa de robar, en eso estábamos todo embelesados cuando escuchamos el rugir de lo que parecían ser unas motocicletas en las cuales unos jovencitos pasaron a  toda velocidad a un costado de nosotros, pude notar que iban piloto y copiloto el cual llevaba a la espalda un rifle, ¿estaban acaso persiguiendo al OVNI?

El chofer estaba más preocupado por sacar la combi de la cuneta que tener un encuentro cercano con seres del espacio roba leña, así que nos gritó que si íbamos a empujar o no, a regañadientes algunos nos pusimos a empujar, era evidente queo sacábamos el vehículo del atasco o no podíamos irnos, después de muchos intentos y poco avance a lo lejos los faros de un vehículo hicieron presencia, ya de cerca pudimos ver que se trataba de una camionetita Toyota bastante viejita y cuyo conductor se detuvo para asistirnos.

Con una cuerda amarrada a la defensa de la camioneta, que a primera vista me preocupó que saliera desprendida por el esfuerzo, y con cuatro de nosotros empujando la combi logramos sacar el vehículo de la cuneta, el chofer revisó que nada más se hubiese roto, al parecer todo estaba en orden, agradecimos a nuestro salvador y todos volvimos a subir a la combi, muchos con temor por supuesto, minutos más tarde descubriríamos que estuvimos varados a dos kilómetros del pueblo llamado Guadalupe, a partir de allí el camino estaba asfaltado y era carretera.

Estábamos tan cansados que aún en contra de nuestra voluntad nos volvimos a dormir varias veces durante el camino y por fin, a las seis de la mañana, llegamos a Las Margaritas, llenos de polvo por haber empujado, asustados por el accidente, sorprendidos por nuestro encuentro cercano y aliviados de seguir con vida.

Mi padre y yo regresamos a Comitán sin más contratiempos, fuimos por el auto y nos dirigimos de regreso a Villahermosa, hogar, dulce hogar.

Unos días después mientras visitaba un portal de noticias un encabezado llamó poderosamente mi atención “POBLADORES CHIAPANECOS DERRIBAN OVNI”, inmediatamente le di clic a la nota, no lo podía creer, había sido real o por lo menos eso pensé hasta que leyendo la noticia resultó que “con un rifle un joven derribo el supuesto OVNI que desde hacía varios meses les había estado robando la leña resultando ser solo un dron disfrazo de plato volador que era utilizado por un grupo de ladrones de leña, mismos que fueron remitidos a las autoridades una vez que fueron desenmascarados”.   


martes, marzo 04, 2025

EL CUERPO DE CRISTO: EL GRAN JUEGO, EL BIEN VS EL MAL

Imagen creada con Meta AI 

El gobernador llegó pasada la media noche a su casa, pero en lugar de ir a su cuarto a dormir decidió ir a su estudio, cuando abrió la puerta se topó con que por encima de su enorme sillón de piel giratorio, que en ese momento le mostraba el respaldo, flotaban volutas de humo, pero no le causó extrañeza, cerró la puerta del estudio y le puso llave, a manera de saludo le hizo una pregunta a su inesperado visitante.

-¿Estas cómodo?

El sillón giró y dejo ver la presencia de un hombre con sombrero negro, igual que todo su atuendo.

-Estos habanos cubanos están muy buenos, de donde vengo no tenemos estas cosas.

El gobernador caminó hasta un mueble que se encontraba cerca de una gran ventana, de allí tomó una licorera y sirvió dos vasos del ron que le gustaba, tomó los vasos y se fue a sentar frente a su visitante, la visita tomó su vaso y se reclinó poniendo los pies sobre el escritorio.

-Supe que te reuniste con el clérigo.

-Si, me pidió ayuda, al parecer ya notó el asunto de los sacrificios.

-Eso no me preocupa, siempre y cuando me respaldes. No olvides que la posición que ostentas no fue producto de la casualidad.

-No lo olvido mi señor. Es solo que este asunto sería más fácil de resolver si usted usara todo su poder.

-Humanos, siempre buscando el camino fácil. Hoy estoy de buenas por lo que te voy a explicar algunas cosas; esta relación que tenemos tú y yo no es algo en lo que yo esté de acuerdo, ¿imaginas lo que es tener que depender de simples mortales como tú para poder ganar este aburrido juego del bien y el mal?, en todo juego hay reglas, y en este caso no es la excepción, hay cientos de miles de situaciones que han tenido que ocurrir para que las cosas se equilibraran, hoy tenemos más influencia que nunca sobre los humanos, la iglesia, el ultimo bastión en contra de nuestra legión, atraviesa por una de las crisis más peligrosas en siglos, no entenderías lo que está en juego, pero si lo que tu esperas es que con un chasquido de mis dedos todo esto termine de una vez, estás muy equivocado. Cada momento que me hago presente en este cuerpo o en cualquier otro, cada manipulación de la realidad que llevo a cabo nos consume una cantidad tremenda de energía, es por ello que tenemos que abrir todas las puertas del infierno, para fusionar esta dimensión con la nuestra y liberar a mis hermanos y por ende a nuestro amo.

-Entiendo mi señor.

-Lo dudo mi amigo, no tienes ni una diminuta idea de lo que está en juego. Vigila al sacerdote, no quiero sorpresas y con respecto a los sacrificios puedes estar tranquilo, ya casi hemos terminado con eso. 

-Será como lo ordena mi señor.

Afuera de la casa del gobernador un motociclista esperaba al tipo de sombrero que aun iba fumando su cigarro.

El gobernador miraba por la ventana la partida de su señor con alivio, mientras a sus espaldas una niña de ocho años aproximadamente se asomaba por la puerta y llamaba a su progenitor que al escuchar la pequeña voz se sintió temor, sabía que había condenado a su familia por un poco de poder, sin embargo ya era demasiado tarde para arrepentirse, el final estaba cerca y solo quedaba una opción, ganar el juego que su señor había mencionado y lo más importante era estar del lado ganador.

miércoles, febrero 19, 2025

EL CUERPO DE CRISTO: ACOLYTE OF EVIIL

Imagen creada con Meta AI de WhatsApp.

Para Sharon Miranda, gracias por leer.

El día que Pancho pudo comprar su motocicleta fue el día más feliz de su vida, era una moto sencilla de 150 centímetros cúbicos, él siempre había querido rodar por las carreteras y ser parte de esos bikers que los fines de semana viajaban en grupo a diferentes partes de su estado; todos juntos como una especie de parvada que sentían la caricia del aire en sus cuerpos, se suponía que en el ambiente de los motociclistas solo existía hermandad e igualdad por lo que no vio nada de malo en seguir a un grupo de motociclistas que se dirigían a los cerros un fin de semana, cosa que le costó bastante trabajo porque mientras él contaba con una moto de baja cilindrada los otros tenían entre sus modelos motos tipo turismo de BMW, algunas KTM, Hondas, Suzukis así como Harleys de mayor cilindrada. Una vez que les dio alcance en un parador turístico se acercó tímidamente elogiando los caballos de acero de sus colegas, estos los miraron con recelo, lo analizaron de pies a cabeza, aquel muchacho vestía su pantalón de mezclilla una playera de mangas largas y un casco sencillo en sus manos, les comentó que quería pertenecer a su grupo, los motociclistas se miraron entre ellos y a uno que otro se le dibujó una sonrisa maliciosa, uno de ellos le respondió que primero tenían que ver qué tipo de moto tenía, fueron hasta donde estaban las motos estacionadas y se dieron cuenta que se trataba de una modesta 150, el tipo que le había pedido ver su moto le dijo que para pertenecer a su grupo su moto debía pasar una prueba de seguridad, ilusamente Pancho aceptó, estaba seguro que no habría problema ya que su moto era totalmente nueva, el grupo se acercó hasta la moto, comenzaron a tocarle los espejos, los manubrios, los indicadores de velocidad y de pronto comenzaron a desprender todo ante la mirada aterrada de Pancho que intentó detener a los tipos que estaban ahora destruyendo su moto, pero un par de ellos lo detuvieron y lo golpearon fuertemente en el estómago dejándolo sin aire haciendo que se precipitara de inmediato al suelo, todo se le oscureció y afortunadamente ya no pudo sentir todas las patadas que le propinaron hasta que se cansaron y se fueron, no sin antes reprocharle que un pobre diablo como él nunca podría pertenecer a su grupo.

Pasaron dos horas hasta que un perro que rondaba por allí lamió la mejilla ensangrentada de Pancho haciéndolo reaccionar, todo el cuerpo le dolía, empezó a toser y escupió algo de sangre, a como pudo sacó fuerzas de quién sabe dónde y levantó lo que quedaba de su motocicleta, intentó encenderla pero los cables, mangueras y botones están arruinados, así que decidió emprender el camino de regreso a la ciudad como un chiquillo que se ha caído de la bicicleta y regresa a casa rodándola a un costado sin montarla.

El camino era complejo, enclavado en el cerro, la carretera estaba llena de huecos y mientras caminaba un odio tremendo se apoderaba de él, juraba que de alguna manera tendría que vengarse, en eso estaba cuando se cruzó con un hombre muy curioso, vestido a la usanza de la gente de rancho, todo de color negro, desde el sombrero hasta el caballo que se veía de mal carácter pues no paraba de dar vueltas bufar y relinchar.

- ¿Se encuentra bien amigo?

Pancho miró a todos lado y vio a nadie más así que sedujo que le hablaban a él, aun se encontraba aturdido por los golpes.

- ¿Está muy lejos el pueblo?

- Pues, más o menos. Mire como anda, esos aparatos son bien peligrosos joven. Estuvo feo su accidente.

- No fue un accidente. Unos malditos me golpearon y además destruyeron mi moto.

Al hombre del caballo se le dibujó una sonrisa, se bajó de su corcel y se acercó a Pancho que cansado de empujar la moto le bajó el soporte para detenerla en lo que recuperaba el aliento y atendía al sujeto que conversaba con él. El hombre le extendió la mano y al estrecharla Pancho tuvo una visión, pudo saber quién era el tipo que tenía frente a él e inmediatamente le soltó la mano y retrocedió unos pasos.

- No se asuste amigo, si usted quiere, podemos poner en su lugar a esos sujetos y hacer que lo respeten como usted se merece.

Pancho dudó un momento, pero aquel hombre que le ofrecía ayuda sabía que al joven motociclista ahora lo desbordaba la sed de odio y venganza.

- ¿Entonces qué? ¿Tenemos un trato?
Dijo el jinete de negro mientras sacaba de su cinto un cuchillo, Pancho sin bacilar extendió su mano y el jinete le hizo un corte sobre la palma de la mano cuya herida, después de sangrar un poco, se cerró inmediatamente sin dejar marca alguna.

El jinete de negro volvió a montar su caballo y sin decir nada más espoleó a su corcel que a todo galope pasó frente a Pancho a quien casi atropella provocándole una caída. El muchacho se sacudió su ya de por sí maltrecha ropa y cuando se dirigió hacia su motocicleta esta se encontraba como nueva, no tenía ni una sola abolladura, Pancho no lo podía creer, buscó entre su ropas las llaves pero no las encontraba, algo en su interior le decía que no las necesitaba y una vez que se animó a subirse a la moto presionó el switch de encendido y el sonido emitido por la motocicleta no se parecía la de una maquina de baja cilindrada, Pancho giró el acelerador y el rugido del motor sonaba bestial, ahora que tenía como moverse sabía lo que tenía que hacer y esperaría la noche para hacerlo.  

 Al caer la noche el grupo de bikers que había golpeado a Pancho se encontraban acampando en el cerro, encontraron un área debajo de una gran ceiba para encender una fogata, beber whiskey, consumir drogas y manosear a unas pueblerinas que deslumbradas por las motos habían aceptado acompañar a los motociclistas.

Todo era diversión para ellos hasta que escucharon a lo lejos el rugido de un motor que no lograban identificar acompañado de un destello cegador, dejaron lo que estaban haciendo pues era difícil ignorar aquel sonido, esperaron un momento y entonces vieron que se trataba de un motociclista, moto se les hacía familiar, solo que el sonido no coincidía con ese tipo de modelo, el conductor se detuvo a un par de metros delante del grupo, bajó con su pie el soporte de la moto que por cierto ahora tenía forma de pata de cabra y descendió de su caballo de acero, avanzó unos pasos hasta el grupo y se quitó el casco revelando su identidad; al ver que se trataba del chico que habían golpeado unos horas antes estallaron en risas, uno de ellos le hizo frente.

-Pero miren quien regresó, ¿vienes a que te volvamos a tunear tu porquería?

Pancho solo los observaba sin decir nada. Otro tipo hasta dijo que al parecer les habían llevado como ofrenda una moto nueva pero ahora la quemarían. El mismo que lo había recibido se puso más violento.

-¿Quién te crees que eres pendejo?, debiste haber regresado por donde viniste porque no vamos a ser tan amables ahora.

Diciendo lo anterior el tipo empujó a Pancho que a pesar de la agresión no se movió para nada, pero comenzó a reír como loco mientras tras él, sin hacer ruido alguno un hombre con sombrero en un caballo negro llegó hasta el lugar, el motociclista brabucón se burló del jinete pues le hizo ver que eran 7 contra dos, el hombre del sombrero habló.

-No mi amigo, a mi ni me meta en sus asuntos, yo solo vengo a ver el show.
Otro de los motociclistas lanzó una botella aprovechando que el jinete y el chico de la moto estaban descuidados, pero cuando el objeto se precipitó contra el muchacho se quedó suspendida en el aire, ese sería el principio del fin porque aquella acción marcaría las acciones de Pancho, la botella fue proyectada por alguna fuerza extraña contra quien la había arrojado golpeándolo en la cabeza haciendo que sus compañeros se precipitaran en contra de Pancho que solo levanto su brazo derecho en señal de alto paralizando a sus atacantes que experimentaban una parálisis inexplicable para después comenzar a levitar en sus lugares unos cuantos centímetros para finalmente, en un chasquido de dedos de Pancho, sus cabezas estallaron esparciendo su masa encefálica por todos lados, parte de estos restos balearon a las chicas que habían presenciado todo haciéndolas huir despavoridas. Los cuerpos cayeron inertes al suelo y al fondo el jinete aplaudía celebrando la acción.

-¡Bravoooo!, es lo menos que esperaba de ti mi querido Pancho, aunque me parece que te precipitaste un poco, pudiste haberlos reclutado para nuestra causa.

-¿Cuál causa?

-Olvidé mencionar ese pequeño detalle mi amigo, tenemos una tarea por delante y tú serás quien nos ayude con lo que viene, ahora podrás tener tu propio club de motociclistas, solo no olvides para quién trabajas, porque así como puedo ser bondadoso puedo ser… ¿Cómo decirlo?, poco tolerante con el fracaso, espero lo tengas claro. Y como muestra de mi agradecimiento tengo un regalo para ti, hagamos que estos desdichados no se desperdicien.

Los cuerpos decapitados volvieron a flotar y con un ademan del jinete de negro los cuerpos se quemaron, menos uno al cual primero le quitaron una chamarra a la cual se le quitaron las mangas y en cuya espalda se imprimió un texto en llamas que cuando se apagó dejó ver la leyenda “Acolyte of Eviil”.

martes, febrero 11, 2025

EL CUERPO DE CRISTO: MISA NEGRA

Imágen creada con Meta AI de WhatsApp.

El gobernador veía pasar a las personas por la ventana del café, entre ellos a un vendedor de periódicos que como titular tenía el conteo de los muertos hasta el día anterior, apretó el puño como un gesto de impotencia, la situación se le estaba yendo de las manos, dio un gran sorbo a su café, lo termino y le hizo señas al mesero para que le sirviera otro.

Se reclinó en la silla y le pidió al padre que le explicara la situación. El padre comenzó su disertación explicando que, aunque mucha gente no lo creía, el aumento de la violencia en el mundo tiene, en parte, una relación con las fuerzas demoniacas. Pocos conocen las estadísticas que muestran el aumento de sectas satánicas en el mundo y por ende el crecimiento de rituales en todos los rincones del planeta, las llamadas misas negras.

Las misas negras son ceremonias que emulan a la misa cristiana. Comúnmente se consideran como un ritual de culto a Satanás y como la parodia a la misa cristiana. Debido a que son una parodia de la misa cristiana se utilizan los mismos objetos que en una misa normal, a estos objetos se les conoce como “objetos litúrgicos”: el cáliz, el vino, velas, la casulla, etc., pero uno de los mas importantes es la hostia. La hostia es de vital importancia por la transubstanciación, es decir la conversión del pan en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre. 

El gobernador había escuchado con interés al clérigo, pero hasta ese momento no entendía la magnitud del problema, esto no pasó desapercibido para el padre quien tuvo que ser más claro, se talló os ojos como queriendo invocar paciencia.

 -Lo que te estoy queriendo decir es que nos están robando las hostias de consagrar para hacer misas negras con la intensión de realizar invocaciones demoniacas.

-¿Cómo me…nos afecta eso?

-Aunque siento que no te estas tomando esto en serio te lo voy a decir; si estas personas siguen haciendo sus desmanes satanistas seguirán los sacrificios y la energía negativa que trae todo ese ritual, habrá más violencia y muerte de la que ya tenemos en el estado y si ese argumento no te convence pues te lo voy a manejar en términos políticos, serás recordado el gobernador que, literalmente, dejó que el estado se fuera al Diablo. 

Esas palabras no le gustaron al político quien se acomodó en la silla inclinándose hacia el frente demostrando que al clérigo tenía ahora toda su atención.

-Si sabe que suena descabellado lo que me dices, ¿verdad?

-Lo reconozco, pero solo para que te des una idea, ¿cuál pensarías que sería el objeto más preciado usado durante la misa?  

-Pues, pienso yo que la copa del vino.

-Allí está el error, piensas en lo material, en el metal del cual puede estar hecho, y todos se equivocan, el más importante es el Cuerpo de Cristo, la hostia y el vino claro, la sangre de Cristo.

-Si claro, por lo de la transmutación esa que me dijiste…

-Se dice transubstanciación, y si, es por eso. Solo para que te des una idea, el año 2004 el periódico El Mundo, editado en España, publicó una nota titulada: Sectas satánicas en España: El negocio del tráfico de hostias, “El precio de una hostia consagrada puede oscilar entre 80 y 500 euros. El precio varía según el rango del sacerdote y del templo. En España hay 2.000 adeptos a sectas satánicas divididos en un centenar de sectas. En las misas negras, las hostias se mezclan con drogas y se abusa sexualmente de jóvenes de ambos sexos.”
Entonces fíjate bien, tienes varios delitos derivados de los cultos satánicos: robo, narcotráfico, asesinato y abuso sexual.

-Bueno, ya viéndolo así. ¿500 Euros por una hostia?, unos diez mil pesos mexicanos. ¿Qué necesitas?

-Apóyame con algunos elementos que nos ayuden a vigilar algunos lugares en donde tenemos ubicados que ocurren estas cosas.

-No puedo hacer eso, tu mismo mencionaste la situación por la cual atraviesa el estado, no puedo mandarte policías para estar cuidando hostias, la gente se me va a ir encima, obviamente tampoco vamos a decirle a la gente que mandamos policías a la iglesia porque hay robo de hostias para cultos satánicos, ¿verdad?

-Está bien, pero no digas que no te lo advertí. Nos rascaremos con nuestras propias uñas, pero entonces permíteme arreglar esto con nuestros medios, solo que dame tu palabra de que vas a respaldarme si requiero tu ayuda con algún asunto “administrativo”.

-No sé a qué te refieres, pero mientras no sea dinero o elementos cuenta con mi ayuda para que resuelvas ese problema con la mayor discreción posible, por el bien de todos claro.

-Así sea, buen día.

El Sacerdote se puso de pie y se retiró sin decir más. El gobernador le llamó a su secretario, le encargó que designara a alguien para vigilar de cerca al sacerdote, alguien de fuera y que lo hicieran con discreción.

Mientras todo esto ocurría en aquel café, a las afueras, en algún lugar de los cerros sureños, en una iglesia abandonada, un grupo de personas descargaban cajas de una camioneta, algunos hombres formaban una cadena humana para bajar los objetos uno que otro portaba un chalecos de piel con unas palabras bordadas en la espalda: “Acolyte of Eviil”.

jueves, febrero 06, 2025

EL CUERPO DE CRISTO: EL MENOR DE LOS PROBLEMAS

Imagen creada con Meta AI de WhatsApp.


No todas las guerras son visibles a simple vista, hay algunas que por su naturaleza inexplicable se libran en las sombras, pero nos afectan a todos, seas o no seas una persona de fe.

Esa mañana el secretario particular del gobernador le recordó a su jefe que debía tomar un café con el Obispo, esas reuniones no le gustaban al Gobernador, sentía que solo perdía el tiempo pero sabía que, literalmente, había que estar bien con Dios y con el Diablo.

Convinieron el encuentro en un café poco concurrido; sin embargo, como casi todo en este país, la discreción del encuentro se iba al suelo cuando los oficiales del orden escoltaban la camioneta del hombre que tomaba las decisiones en el estado y delataban su presencia, el Obispo ya esperaba en el lugar.

Se saludaron y tomaron asiento, un chico de gorra y mandil se acercó al político para tomar su orden, el Gobernador pidió huevos con chilaquiles, café americano y una pieza de pan chocolatín. El mesero volteo hacia el clérigo y este le pidió un chocolate con leche deslactosada, huevos motuleños y de pan una oreja.

Una vez retirado el mesero el Obispo a manera de broma le dijo al Gobernador que no lo había visto en misa. El político se disculpó y le respondió que últimamente las cosas no andaban bien en “la oficina” y que no le quedaba tiempo, el sacerdote le replicó diciendo que siempre había tiempo para el señor, miró el rostro del político para ver su reacción y notó el cansancio en su rostro. El Gobernador le pidió al sacerdote que mejor le dijera cuáles era eran los temas del día, el mesero se acercó con los platillos solicitados y los depositó en la mesa, el sacerdote esperó prudentemente a que el chico terminara para poder hablar con el Gobernador.

Le dijo que sabía que el estado estaba atravesando por una ola de violencia y que las cosas no andaban bien pero que no todos los muertos tenían que ver con el tema de la pelea por las plazas, que supo de varios cuerpos que habían sido encontrados en circunstancias más extrañas, justo le daba un sorbo a su café el Gobernador cuando miró fijamente al Obispo, colocó la taza sobre el platito y tomó una porción grande de chilaquiles y se los llevó a la boca, asintió dando el visto bueno al sazón del platillo y se atrevió a cuestionar al sacerdote sobre lo que le estaba diciendo. El sacerdote atacaba los motuleños en su plato, se llevó la comida a la boca. El político se limpió la boca con una servilleta y le dijo al padre que no salía nada barato ocultar ese tipo de información y que por ese mismo motivo le intrigaba saber cómo es que el sacerdote se había enterado. El padre decidió responder al político de manera tajante; el señor todo lo ve y todo lo sabe. Eso no le gustó al Gobernador, comió más a prisa y solo hizo una pausa para pedirle al padre una explicación. El sacerdote se inclinó para estar mas cerca del gobernador pues temía que sus palabras llegaran a oídos extraños, le comentó que algunos de los cuerpos encontrados últimamente presentaban señales de haber sido sacrificados en rituales satánicos y el problema podía crecer más si no se atendía de manera inmediata. El gobernador había terminado sus chilaquiles y ahora comía su chocolatín, le dijo al padre que no era raro que el crimen organizado recurriera a ese tipo de prácticas, que no entendía qué lo hacía tan especial ahora, el padre le respondió que la diferencia es que, ahora quienes lo estaban haciendo, sí sabían lo que hacían y que, de seguir así, los sacrificios iban a ser el menor de los problemas.

Continuará...

miércoles, enero 22, 2025

RELATO: EL AUTOBÚS INTELIGENTE

Imagen creada con  Meta AI de WhatsApp.

Como dice el Kevin Johansen en su canción; las cosas no andaban bien, nada me salía..., estaba pensando en renunciar al trabajo por millonésima vez, pero el alquiler vencía a fin de mes y no podía abandonar el jale que traía.  Llegué a casa rondando la media noche, a falta de televisor busqué el noticiero en mi celular, a su vez puse a calentar agua en la parrilla eléctrica, el gas se había terminado hacía un par de semanas, afortunadamente nunca me deshice de la parrilla eléctrica, con eso bastaba para una sopa con camarones, instantánea claro. 

Las noticias no dejaban de hablar del nuevo presidente gringo y sus reformas, el panorama era pesimista, tan malo como las sopa instantánea, creo que cambiaré de marca, me dije.

 La 1 AM y me dormía, miraba redes sociales solo para toparme con más temas sobre las políticas del nuevo gobernante gabacho, algunos mencionaban un posible conflicto armado, reforzamiento de seguridad en la frontera Sur, allí vivimos, pensé, y no sé en qué momento me quedé dormido.

 Las ganas de orinar me hicieron levantarme, espíe la hora en el celular para ver la hora 6:45 a.m., mi hora de entrada al trabajo es a las 7:00, ¡Puta madre!, me quedé dormido. Me vestí en chinga, salí de la casa sin siquiera estar seguro de haber cerrado con llave, corrí hasta la parada de autobuses y deseaba desesperadamente que no tardara en pasar alguno.

 No veía siquiera gente alrededor, pensándolo bien hasta se podía sentir un olor extraño en el ambiente, como a quemado pero la bruma que había a mi alrededor no sabía si era neblina o humo y entonces lo ví, allá a la distancia un par de luces que iluminaban con fuerza, instaintibamente le hice la parada y respondió con su bocina, entonces supe que era mi autobús, el modelo era algo extraño, no era del color que habitualmente usaba la ruta pero mi prisa era mayor y fue así que aborde sin más. 

Subiendo los escalones la puerta se cerró tras de mí y un tipo con un camisa blanca y corbata me dió la bienvenida, pensé que era el chalán del chófer pero al mirar hacia donde debería estar el conductor no había nadie, ni si quiera un sillón, ni volante.

 El tipo de corbata notó mi desconcierto y me comentó que se trataba de un autobús inteligente, el único que vería por esos lugares, se manejaba solo.

Imagen creada con Meta AI de WhatsApp.


 No tenía varias filas de asientos como los normales, era bastante espacioso porque solo habían bancan alargadas a las orillas internas del autobús, la gente iba sentada cómodamente y sorprendida como yo por tan increible vehículo, el frente del autobús era totalmente chato, así que la vista de la carretera era genial, vivíamos a unos 30 km de la ciudad por lo que los baches y curvas eran milimétrica mente evadidos y tomados con precisión sin sentir casi el movimiento del bus. No faltó quien preguntó de dónde había salido tan bello transporte, el operador o supervisor, no sé cómo llamarlo presumió que lo habían comprado en una especie de chatarrizadora americana en la frontera, justo antes de que las reformas del nuevo presidente americanos hicieran imposible el paso de ciertas "mercancías" a nuestro territorio. El hombre nos seguía contando cosas cuando justo frente a nosotros vimos una fila enorme de coches que hacían fila como esperando algo, entonces el autobús se orilló hacia la derecha y comenzó a pasar a los autos rodando casi fuera del acortamiento, el operador nos dijo que no nos preocupáramos ya que la inteligencia artificial del autobús tenía todo bajo control. 

El autobús se movía con agilidad, avanzaba rápido, todo iba bien hasta que vimos que el atasco se debía a un retén de las fuerzas del orden, pero eso no detuvo al autobús, entonces supimos que se iba a poner feo. Un agente del orden salió a marcarle el alto al autobús, extraños gráficos dibujaron la silueta del oficial en parabrisas por la pante de adentro haciendo una especie de escaneo sobre el tipo pero el resultado no se veía bueno pues lo marcó como desconocido y siguió adelante, el agente tuvo que saltar para no ser atropellado y el autobús siguió su curso, fue entonces que las balas comenzaron a llover pero increíblemente ninguna atravesaba la estructura del bus, en el parabrisas apareció la orden de acciones evasivas y unos arneses como la montaña rusa bajaron en nuestros lugares y el vehículo aceleró, por las ventanas miramos que nos seguían vehículos de los oficiales que intentaron detener el autobús gritando y disparando pero ante estás acciones el autobús se "defendía" de los oficiales, sacó a dos camionetas del camino y aceleró hasta perderlos. Minutos después llegamos a otra parada de autobús, los arneses nos liberaron, bajé del autobús sin decir nada, al verlo partir se podía ver en la parte trasera unas letras en color negro que decían E.E.U.U ARMY debajo de una capa de pintura que intentaba cubrirla inútilmente, solo llegué 5 minutos tarde a mi trabajo, me pregunté si le subirían al pasaje y si podría abordarlo para regresar a casa.

viernes, octubre 25, 2024

Relato: El director de cine.

           Imagen creada con IA

Aquel día de fiesta el aclamado director de películas de ficción brindó algunas palabras al público asistente a su exposición que reunía 30 años de carrera como creativo; bocetos, escritos, maquetas, esculturas, disfraces y múltiples objetos, ahora de culto, engalanaban aquella galería de arte saturada de fanáticos de su trabajo.

La prensa se encontraba presente y no faltó quien le pidió opinión al legendario director sobre el uso de la IA interviniendo sus diseños para dar vida a nuevos conceptos, después de un silencio incómodo el director se aclaró la garganta y reveló su sentir al respecto, siendo una mezcla de sentimientos entre angustia y asombro puesto que reconoció el hecho de que uno que otro diseño suyo intervenido por la IA le había parecido interesante.

Sin dar oportunidad a más preguntas el director agradeció a la prensa y se retiró a dar el recorrido por su exposición regalando anécdotas y datos curiosos a los interesados.

Al llegar la media noche los ánimos se habían calmado y el ambiente ahora estaba más relajado, el cineasta contemplaba uno de esos diseños suyos intervenidos por la IA cuando alguien a sus espaldas interrumpió sus cavilaciones y le dijo que no tenía por qué sentir preocupación por lo que veía porque en realidad él había hecho ese diseño y no la Inteligencia Artificial, el cineasta, un tanto apenado, volteó y se encontró con un tipo con un antifaz de conejo que en un principio lo inquietó pero sabiendo el tipo de fans que habían llegado a su exposición este sujeto en realidad entraba en la categoría de lo "normal".

El director le dijo a su interlocutor que definitivamente él no había realizado aquel diseño y puntualizó que la IA lo había hecho.

El tipo con antifaz de conejo le insistió sobre que en realidad había sido hecho por el director de cine; el cineasta algo irritado le trató de corregir pero el hombre con antifaz de conejo levantó la mano indicándole al director que se detuviera en su discurso y le pidió que lo siguiera.

El cineasta pensó en que la última vez que alguien había seguido a un conejo había puesto en peligro su cabeza.

Caminaron hasta una sala de la exposición que tenía en la pared colgado un gran espejo, el hombre del antifaz atravesó lo que parecía ser una cortina líquida reflejante, una vez "dentro" del espejo, con un ademán le pidió al director se asomara, cual sería la sorpresa del director que cuando acercó su rostro al espejo su cabeza atravesó sin problemas la superficie y tuvo acceso a otro plano en el que se pudo ver a sí mismo conectado a una máquina en la cual se apreciaban monitores que mostraban los diseños supuestamente hechos por la IA.

El director retrocedió severamente contrariado con el rostro estupefacto dando pasitos en reversa hasta que tocó la pared a su espalda, se deslizó lentamente hasta sentarse en el piso de mosaicos blancos y negros que hacian pensar en un tablero de ajedrez.

El director de cine trataba de procesar lo que había visto pero el rostro del enmascarado saliendo por el espejo lo puso en alerta.

El sujeto con antifaz de conejo le dijo que compartiría un secreto con él: la IA no existía como tal, en realidad los humanos creaban todo ayudados por máquinas que les permitan potenciar sus habilidades creativas pero solo los elegidos podían distorsionar la simulación en la que vivían, creada por seres de otra dimensión, para experimentar nuestros alcances como creativos.

El hombre del antifaz sacó su mano de entre el espejo y se despidió diciéndole al director que no se preocupara por su cabeza, pues esta seguiría en su lugar permitiéndole seguir creando "cosas".

jueves, julio 27, 2023

LA FIN

LA FIN
By Lalo Vargas 
26/07/2023



Despertó esa mañana con ganas de orinar, fue al baño e hizo lo propio, aprovechó el viajé y cepilló sus dientes, se miró en el espejo y suspiró, otro día, que seguramente sería igual al anterior, terminó de lavar sus dientes y dejó el cepillo en su lugar.

De regreso al cuarto apagó el clima y puso en su lugar el ventilador, si el calor no hacía muchos estragos, el aire frío residual del clima circularía por la habitación por lo menos hasta media mañana, siempre y cuando no abriera las ventanas ni lo dejase escapar dejando la puerta abierta.

Se dirigió a la cocina, había que hacer algo de desayunar, recordó que había dejado unos nopales picados aun sin cocinar, eran una buena opción, no se valía desperdiciar la comida y a su glucosa le vendría bien desayunar así, pasó por su mente servirse un tazón de cereal y ya, pero lo dejaría para un día más ajetreado, en ese momento tenía tiempo, y sin embargo sentía que el tiempo se le terminaba para “algo”, lo que fuese que eso significaba.

Tomó el teléfono y entró a la red social, estuvo pasando algunos videos y se detuvo en el de una joven con poca ropa, se preguntó si las chicas que hacían esos videos no tenían reparo de salir vestidas así y luego caminar como si nada por las calles de sus ciudad, entró al perfil para saber qué decía su descripción y cuando vio la cantidad de seguidores que tenía no lo podía creer, más de 2K, además la chica había escrito su descripción con horrores ortográficos, él sabía que su dislexia al escribir le jugaba malas pasadas pero de plano había cosas que no se perdonaban, para colmo el no pasaba de 200 seguidores y necesitaba 1000 para que la aplicación lo dejara acceder a otras funciones.

Eso lo hizo pensar, su contenido era basura para esa red social y su algoritmo y por eso no podía competir con las chicas de poca ropa y coreografías sugerentes, le parecía ridículo.

Después de desayunar puso a lavar un poco de ropa, puso a cocer el pollo en la estufa y decidió sentarse en la sala a esperar a que cualquiera de las dos cosas lo hicieran levantarse del sillón de nuevo, por un lado la lavadora toca una melodía curiosa cuando terminaba los ciclos de lavado y por el otro lado la batería de cocina que solía usar tenía una válvula que silbaba cuando la comida ya estaba hirviendo así que no sería saber en qué momento tendría que prestarles atención.

En el sillón seguía mirando el celular buscando publicar cosas que atrajeran la atención de la gente, se había convertido en una obsesión, se encontraba mentalmente agotado, no sentía que tuviese las ganas ni la ambición de antaño para combatir contra la lencería y la piel al por mayor que se ofertaba en las redes, los nuevos generadores de contenido tenían buenos contactos, sus invitados es contantes e importantes y él realmente ya no sabía realmente por dónde iba realizar su contenido.

Cansado de tanto pensar decidió cambiar de aplicación y buscar una canción que le ayudara a despejarse y se encontró con otro dilema, habían tantas y las que solía escuchar ya las había escuchado tantas veces que perdió una hora sin si quiera saber qué era lo que realmente quería escuchar, miró hacia el estudio y vio la laptop en la mesa, tenía algo de tiempo sin usarla para escribir algo, sabía bien que cuando algo o abrumaba solo la ficción le daba esa paz que todo lo demás no le brindaba, ya sea leyendo o escribiendo sabía que podría dejar salir toda esa bruma de pensamientos que le agobiaban.

Tomó la computadora esperó a que encendiera, abrió el procesador de texto y justo cuando se disponía a teclear las primeras palabras el sonido de una motocicleta llamó su atención, miró por encima de su hombro pues esa moto parecía estar estacionada fuera de la casa, pero no se movió de su lugar, decidió regresar a lo suyo cuando el timbre confirmó sus sospechas, se extrañó y salió a ver de quien se trataba, al abrir la puerta un hombre dio que tenía un paquete para él; había perdido unas cosas a china y no lo recordaba, pensó que el día estaba mejorando, firmó de recibido, despidió al mensajero, caminó mientras abría el paquete y al ver lo que había dentro soltó una maldición, no era lo que había pedido, esos hijos de puta de la aplicación le enviaron lo que no era, lo aventó a la mesa y volvió a la suyo.
Nuevamente estaba allí, frente a la pantalla en blanco, sabía que tenía una buena colección de argumentos para desarrollar pero no terminaba de decidir cuál desarrollaría, y justo cuando iba a dar toque a la tecla el timbre volvió a sonar, inmediatamente él pensó que de nuevo era el mensajero, tal vez se había dado cuenta del error y abriendo la puerta le iba a decir eso cuando sorpresivamente ya no se trataba del mensajero, era un tipo vestido totalmente de negro, con un casco que impedía verle el rostro, se quedaron viendo el uno al otro, sus ojos se reflejaban en la visera negra del casco y de pronto esta se abrió, pero era como si el reflejo continuara allí porque él seguía viendo sus propios ojos, ¿Qué estaba pasando?, ¿Cómo era eso posible?, dio unos paso hacia atrás y mientras él retrocedía su visitante avanzaba, entonces tropezó con algo, era el sillón de la sala, la inercia lo hizo sentarse, el visitante hizo lo propio en otro sillón, él seguía sin decir nada, ni siquiera las miradas comunicaban algo específico más allá de la confusión, así estuvieron un par de minutos hasta que por fin el visitante se quitó el casco lentamente, primero salió al descubierto una gran cantidad de cabello rizado y cuando al fin mostro su rostro su anfitrión involuntario no pudo ocultar su sorpresa al ver su rostro, era como si se estuviese viendo al espejo, se trataba de él, o de un tipo que se parecía a él y quiso formular más conjeturas pero un balazo en la cabeza detuvo sus pensamientos y su vida misma, de pronto vino un silencio después del silbido del silenciador, la lavadora comenzó a entonar la melodía que indicaba el fin del ciclo de lavado, la olla en la estufa comenzó a silbar y el visitante se puso de pie y se dirigió a la cocina y al ver la estufa encendida deicidio apagarla, miró la computadora con la pantalla en blanco y el cursor titilando, pensó por un momento y tecleó la palabra “FIN”.

jueves, julio 30, 2020

CUENTO: LA ESTRATEGIA DEL MILLÓN CONTRA EL COVID-19.



"La mente es como un paracaídas: 

sólo funciona si se abre." 

-Albert Einstein.

 


  En algún lugar del trópico, de cuyo nombre no quiero acordarme, las muertes por COVID-19 no cesaban y los contagios seguían en aumento, el gobierno ya había gastado millones de pesos en estrategias publicitarias, reconversiones hospitalarias y compras de burbujas itinerantes para afrontar la situación; sumando más de mil defunciones y promediando 200 contagios al día ya no se sabía qué más hacer.

   La ironía del asunto era que los ciudadanos no ponían un poco de su parte, de haberlo hecho los contagios seguramente hubiesen bajado considerablemente dándole un respiro a todo el sector salud.

   Justo cuando se pensaba que todo estaba perdido, un funcionario que administraba las redes sociales del gobernador encontró un comentario que llamó su atención en el twitter:

    -Les disminuyo el problema del contagio y hago que la gente se quede en casa.

   El funcionario pensó que estaba enloqueciendo al pensar que algún bueno para nada en las redes tuviese la solución a los problemas del contagio, pero también consideró que no tenía nada que perder, así que contactó al sujeto que hacía aquel ofrecimiento en las redes y se prometió ser muy asertivo ante la supuesta solución.

   Quedaron de verse en uno de los pocos lugares que lograron abrir durante la nueva normalidad, un café modesto que ofertaba sus productos orgánicos.

   El funcionario llegó primero y pidió un café expreso de cosecha veracruzana, para ser más específico, de la región de Coatepec, se notaba que trabajaba en el gobierno del estado porque hasta pareciera que el uniforme oficial en el sureste es la guayabera blanca manga larga, lentes de pasta, cabello peinado hacia atrás con harto gel´s y smartphone de última generación para twittear mejor los programas del gobierno.

   Estaba dándole un sorbo a su café cuando la campanilla de la puerta del establecimiento dio fe de la llegada de un sujeto de short con bolsas a los lados, piernas velludas, zapato de campismo con calcetines tan cortos que parecían inexistentes, lentes oscuros, arete en lóbulo izquierdo, playera de Dragón Ball y un nido enmarañado por cabello, sin ser rastas necesariamente.

   El funcionario pensó: -Tiene que ser una broma-, al verlo no sabía si se trataba de un indigente o del sujeto que le había ofrecido la solución a todos sus problemas, así que decidió preguntarle.

   -Joven, ¿usted es quien dice tener la solución a los contagios?

   -Así es mi estimado.

   -Bien. ¿Es usted médico?

   -Nop.

   - ¿Químico?

   -Nop.

   - ¿Biólogo?

   -Nop.

   - ¿Científico?, ¿Chamán?, ¿Brujo?

   -Bueno, creo que soy todo eso y más.

   -Entonces, ¿Cuál es su profesión?

   -Soy comunicólogo, bueno casi, porque no me he titulado.

   El funcionario no lo podía creer, estaba perdiendo su tiempo, buscó su billetera, tomó un billete de $200, lo tiró en la mesa, se puso de pie y, visiblemente molesto enfiló hacia la salida, justo cuando la campanilla avisó que estaban abriendo la puerta, se escuchó al comunicólogo, que aún no se titulaba pero que técnicamente ya era comunicólogo, gritarle al funcionario.

   - ¿No vas a escuchar mi propuesta?

 

   En la puerta el funcionario deteniendo la puerta,

   -Amigo creo que he venido a perder el tiempo, no creo que tengas nada que pueda interesarme.

   El comunicólogo muy confiado desde la mesa, mientras doblaba el billete y se lo guardaba en una de las bolsas laterales de su pantalón corto le respondió.

   -Solo te voy a decir una cosa, si estoy en lo correcto, puedes ir pensando en el mejor puesto que se te ocurra porque después de que esto funcione tu carrera política va a cambiar para siempre.

   El funcionario que, claramente ya había soñado con un mejor puesto en el gobierno lo pensó por un momento mientras estaba allí parado en la puerta mirando en dirección a su auto intentando no salir huyendo de lo que parecía una oportunidad para un futuro mejor, respiró profundamente y regresó a la mesa, con el comunicólogo que aún no se había titulado, tomó asiento y le dijo.

   -Bien, tienes toda mi atención.

   Una semana después en el bajo mundo de funcionarios de gobierno se rumoraba de una loca estrategia que los altos mandos del gobierno del estado implementarían para hacer que la gente se quedara en casa y que se daría conocer en la televisora del estado una tarde de lunes a las 05:10 pm.

   Y llegó el día, en cadena estatal de radio y tv así como en las cuentas oficiales se anunciaba la implementación de la estrategia que llevaría por nombre “La estrategia del millón”, para ello se ideó usar los medios de comunicación oficiales del estado para invitar a las ciudadanos ser parte de un juego llamado “UN MILLÓN CONTRA EL COVID”; para poder participar la gente debía estar pendiente de los diferentes medios de comunicación del gobierno del estado en donde se estarían dando pistas para formar cifras numéricas y, una vez que se dieran todas las pistas se les llamaría al azar a los participantes para preguntarles la cifra y así ganarse un millón de pesos.

   La estrategia parecía ridícula, pero obligaba a todos a quedarse en casa mirando el canal del estado ya que solo allí se darían las claves. Se desató una polémica por considerar aquello como una estrategia populista, pero el gasto que se haría era muy inferior a lo que ya se estaba gastando en salarios, insumos médicos y reconversiones hospitalarias, pusieron a prueba una semana el programa y las cifras de contagios disminuyeron dramáticamente.

   No hace falta decir que el funcionario que antes atendía redes se convirtió en diputado y llegó a ser atacado por pagar sueldos onerosos a un asesor estrafalario, un comunicólogo greñudo que según chismes de los medios, ni si quiera se había titulado.

 

  

  

 

  

  

  

 

  

  

  

  

  

  

  

  

  

  

  

  

  

  

  

 

  

  

  

  

  

  

  

  

  

  


jueves, febrero 13, 2020

PETATES MÁGICOS

Petates mágicos
por: Eduardo Vargas Carrillo.






"¡Ven, oh sueño! Nudo seguro de la paz, 
asilo encantador del espíritu, 
bálsamo de la lucha, 
riqueza del pobre; 
liberación del prisionero, 
juez imparcial de los poderosos y de los humildes". 
-P. Sidney (Astrophel).








Tengo días con el mismo mal, las articulaciones chasquean y crujen a la menor provocación, rehúso a tomar medicina por saber que envenenan más mi cuerpo de lo que lo curan; yo prefiero lo natural. 

Llega la noche y no puedo dormir bien, paso del sueño profundo a sobresaltos abruptos causados por dolores musculares que me hacen pensar en algún mal incurable el cual consume todo mi ser. 

Así estuve muchos días, durmiendo de diferentes formas para ver qué sucedía. Y nada más no pasaba nada. Los dolores seguían, eso te hace pensar en hechicería, pero a nadie le decía, sabía que nunca lo entenderían.

Una noche justo antes de dormir asumí una postura nada convencional para así el sueño conciliar. Quería tener un descanso más normal, despertar sin dolor por la mañana, no sentirme golpeado y sin ganas.

Sobre mi lado izquierdo en posición fetal, con una almohada entre las piernas, para mi espalda alinear, los brazos cruzados como apretando a mi mal, a esos demonios que me quieren dañar, me dormí sintiendo un cierto alivio, como un luchador con  mis brazos asfixiaban a mi enemigo, ¿cual enemigo me preguntarán?, yo qué sé, ese que me jode y jode sin parar.

No tiene rostro eso que a mi cuerpo castiga, pero ya en el plano onírico no me lastima, ni si quiera existe ya ese dolor, en ese momento me siento mucho mejor y la casita luce rete bonita, ¿cuál casita?, me preguntan; esa que no ven, y en la que hay una viejita.

¿Cómo se llama la anciana?, se llama como ella quiera y diga, pero para este caso yo le llamo Rosita, y estamos como en una cocina chontal, afuera de la casa, como techo un tejaban. Estoy jugando allí en el suelo, tengo unos petates mágicos que doblo y desdoblo, en forma de triángulos, de rombos y no sé qué más, porque no entiendo.

¿Y cómo sé que son mágicos?, eso no sé si lo pueda explicar, solo sé que si esa anciana era Rosita, equivocado no puedo estar, mágicos recuerdos tengo de cuando Rosita vivía, sus secretos se fueron con ella y no volverían.

Y allí estaba con mis tapetes de petate mágicos, descifrando sus secretos como si supiera, pero que tonto pensar que todo eso así era, si de aquello nada de nada le entendía siquiera.

La magia no terminaba allí, una figura de piedra volcánica, como si tuviese fuego en su interior resplandecía, parecía una braza encendida, labrada una figura tenía; bien podría ser maya, olmeca o yo qué sabía.

Del otro lado de la habitación una especie de estufa, pero no era de gas y tampoco de carbón, grandes leños ardían sin cesar, ollas se calentaban pero no supe nada más, mi atención se vió totalmente secuestrada por luces que en la habitación deambulaban, esferas luminosas orbitando sin parar, conté solo tres pero pudieron ser muchas más.

¿Será que eran estrellas?, tal vez eran seres visitantes de otro planeta, tal vez eran ángeles jugando por diversión, seres de luz de otra dimensión, a esas alturas poco me importaba, el escenario era mágico, por nada lo cambiaba.

Cuando más a gusto me sentía, cuando pensaba que la magia existía, de todo aquello me vi separado, las maniobras de mis brazos perdieron efectividad porque seguro a mi mal dejaron escapar, regresó el dolor, la incertidumbre me hizo sollozar, un par de lágrimas de mis ojos dejé escapar. 

Me quedé sin la cocina, sin sus piedras brillantes, sin la leña que no se hace ceniza, sin la anciana Rosita y sin las luces divinas, sin el alivio en mi cuerpo, y otras muchas cosas que no veo en la realidad mezquina, sin los petates mágicos esos,que cuando los logras descifrar, te libran de todo mal.