TE QUIERO CABRONA
Lalo Vargas.
Hace unos días tuve una conversación por teléfono con una persona a la que, sin que ella lo sepa, admiro mucho, es solo que el orgullo pendejo y la falta de sensibilidad necesaria así como el valor requerido me hacen ser un desgraciado y no decírselo de frente.
Su historia comienza hace más o menos unos 22 años, algún día de Mayo, si no me equivoco, bajo el signo de Tauro, ese día seguramente los planetas se alinearon para dotarla de un magnetismo y un karma exuberante, no he conocido a nadie aún con tanta suerte y virtud para conseguir sus metas como si fuesen parte de un reflejo natural, no se demerita su trabajo, no se disminuye para nada el sufrimiento por el cual atravesó para lograr cada cosa, sin embargo no se puede ignorar su estrella.
Desde que éramos niños los juegos relacionados con modelar, cantar, bailar y actuar eran en lo que más destacaba, soñaba con ser artista, la Trevi fue su más grande ídolo, el fucho también fue su fuerte, ropa sucia, rodillas raspadas y un sequito de amigos que vivían fascinados por aquella mujercita que además de tener belleza contaba con la sencillez suficiente como para brindarles su amistad, gente de pueblo, en dónde la gente es gente, en dónde las amistades son más duraderas e inolvidables.
Vinieron los años, ella creció, siguió preparándose para lograr sus sueños, el problemas de los virtuosos es que rara vez toman en cuenta los estudios, ¿para qué aprender algo que dios ya les otorgó desde el momento de sus nacimientos?, no es algo comprobado, pero tengo la loca idea de que eso suelen pensar, ellos, los virtuosos no pierden el tiempo en tecnicismos, buscan resultados, persiguen sus sueños, y no se quedan sentados esperando a que estos lleguen, el problema es que tal vez ellos y sus padres no sabe qué hacer con virtudes que saltan tan a la vista, el miedo a las atrocidades que esconde el mundo de la fama paraliza las acciones y hasta cortan de golpe ilusiones y futuros brillantes, no sé decir si el caso de ella haya sido uno de tantos.
Cantó con mariachi, cantó las canciones que le agradaron, ganó concursos de belleza, estuvo en tv, en radio, en la publicidad, estudia artística y es una mujer bella tanto dentro como por fuera, somos hijos de madres distintas, pero bien pudimos haber nacido de una sola, ella es la hermana que no tuve y siempre ha dicho que yo el hermano que no tuvo, nos llevamos de la madre, nos golpeamos verbalmente tan duro que solamente nosotros sabemos que tanto daño podemos hacernos al discutir, sin embargo, cada metralla de palabras lleva en el fondo verdades y ganas de no vernos sometidos por nada ni nadie.
Ella bien lo sabe, la quiero a mi manera, y muy seguramente ella me quiere a la suya, se le extraña, pero no pienso decírselo, aquí lo puede leer, ella tampoco lo ha pensado pero ha superado mis expectativas, es más de lo que yo he logrado ser, ha explorado campos profesionales que ya hubiera querido siquiera intentar probar, está en dónde quiere estar, tengo la idea de que pudiera estar aún más alto.
Este es un pequeño homenaje, es una manera de decirle que a mi güerita preciosa que la quiero mucho, ANA LUISA DE LOS SANTOS HERNANDEZ, mi niña, mi prima, mi hermana, cuídate mucho.
Su historia comienza hace más o menos unos 22 años, algún día de Mayo, si no me equivoco, bajo el signo de Tauro, ese día seguramente los planetas se alinearon para dotarla de un magnetismo y un karma exuberante, no he conocido a nadie aún con tanta suerte y virtud para conseguir sus metas como si fuesen parte de un reflejo natural, no se demerita su trabajo, no se disminuye para nada el sufrimiento por el cual atravesó para lograr cada cosa, sin embargo no se puede ignorar su estrella.
Desde que éramos niños los juegos relacionados con modelar, cantar, bailar y actuar eran en lo que más destacaba, soñaba con ser artista, la Trevi fue su más grande ídolo, el fucho también fue su fuerte, ropa sucia, rodillas raspadas y un sequito de amigos que vivían fascinados por aquella mujercita que además de tener belleza contaba con la sencillez suficiente como para brindarles su amistad, gente de pueblo, en dónde la gente es gente, en dónde las amistades son más duraderas e inolvidables.
Vinieron los años, ella creció, siguió preparándose para lograr sus sueños, el problemas de los virtuosos es que rara vez toman en cuenta los estudios, ¿para qué aprender algo que dios ya les otorgó desde el momento de sus nacimientos?, no es algo comprobado, pero tengo la loca idea de que eso suelen pensar, ellos, los virtuosos no pierden el tiempo en tecnicismos, buscan resultados, persiguen sus sueños, y no se quedan sentados esperando a que estos lleguen, el problema es que tal vez ellos y sus padres no sabe qué hacer con virtudes que saltan tan a la vista, el miedo a las atrocidades que esconde el mundo de la fama paraliza las acciones y hasta cortan de golpe ilusiones y futuros brillantes, no sé decir si el caso de ella haya sido uno de tantos.
Cantó con mariachi, cantó las canciones que le agradaron, ganó concursos de belleza, estuvo en tv, en radio, en la publicidad, estudia artística y es una mujer bella tanto dentro como por fuera, somos hijos de madres distintas, pero bien pudimos haber nacido de una sola, ella es la hermana que no tuve y siempre ha dicho que yo el hermano que no tuvo, nos llevamos de la madre, nos golpeamos verbalmente tan duro que solamente nosotros sabemos que tanto daño podemos hacernos al discutir, sin embargo, cada metralla de palabras lleva en el fondo verdades y ganas de no vernos sometidos por nada ni nadie.
Ella bien lo sabe, la quiero a mi manera, y muy seguramente ella me quiere a la suya, se le extraña, pero no pienso decírselo, aquí lo puede leer, ella tampoco lo ha pensado pero ha superado mis expectativas, es más de lo que yo he logrado ser, ha explorado campos profesionales que ya hubiera querido siquiera intentar probar, está en dónde quiere estar, tengo la idea de que pudiera estar aún más alto.
Este es un pequeño homenaje, es una manera de decirle que a mi güerita preciosa que la quiero mucho, ANA LUISA DE LOS SANTOS HERNANDEZ, mi niña, mi prima, mi hermana, cuídate mucho.
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