“Solo la realidad es capaz de superar a la ficción”
Dicho bien dicho.
Dicho bien dicho.
México está impactado, las cosas están de mirar y no tocar, los estados de la república que no figuraban en la nota roja diaria hacen su debut en las principales portadas de periódicos y revistas, Tabasco es uno de ellos, y no es para menos, el telón ha caído, ya no hace falta esconderse, los seres que viven bajo el código de una vida bandida salen de sus escondrijos y deambulan entre nosotros, viajan con nosotros, platican y bromean con nosotros, comparten el mismo súper, taxi, peluquería y hasta restaurant con nosotros, en lo personal no me molesta, ¿me inquieta?, si, me podría poner nervioso, muy nervioso, pero qué puedo hacer, qué podemos hacer, están en todas partes, y solo muestran su naturaleza verdadera cuando algo los incomoda, los pone de malas o cuando cumplen alguna orden y cumplen algún trabajo, su trabajo, es lo que saben hacer, y muchos lo hacen muy bien, ¿honor?, eso ya no existe, quien sabe si alguna vez existió, el honor no te da de comer, la compasión es un estorbo en ese trabajo, la duda sería la diferencia entre vivir o morir, ¿dejar de hacer lo que mejor hacen?, para qué, es caso perdido, eso no se discute, el solo pensarlo en voz alta sería suicidio, una vez adentro ya no sales, y si lo logras estás marcado, y si te haces invisible para el resto de tu vida las culpas no te abandonan jamás, ellos son reales, tal vez algún guión de Tarantino pueda superar esta realidad, de hecho pensaba que se podría hacer una película en Tabasco llamada ONCE UPON A TIME IN VILLA (“Erase una vez en villa”), dirigida por Robert Rodríguez y escrita por Quentin Tarantino, las locaciones serían en diversos puntos del estado, y es que hoy caminas por las calles más transitadas de Villa y te topas con tipos con guayabera blanca, radio en mano y chicharo en el oído, siempre alerta, ves pasar camionetas GMC, suburbans y motos en conboys que protegen a funcionarios que creen que ese pudiera ser su último viaje, puedes ver la mirada de desconfianza de los policías federales, municipales, judiciales y soldados, esperando lo peor, aferrados a sus armas como naufragos a salvavidas, escuchan las pláticas de compañeros caídos, pero los del otro bando están igual, ellos no son inmortales, también suelen ser heridos, también se mueren, pero tienen más confianza, saben que se les teme, tienen un país en jaque.
Todo parece de película, la diferencia está en que en una peli al gritar “corte” los males se acaban, los muertos no están muertos y los daños se reducen a nada, pero en la realidad, los muertos muertos están, los vivos vivos están, y se preguntan por cuánto tiempo más. Hay quienes dicen: “esta película ya la ví”, lo que no saben es que, como en ediciones especiales, esta puede tener un final alterno, no se sabe si bueno o malo, porque eso depende para quién sea bueno y para quien sea malo, pero también depende de qué es realmente lo bueno y qué es realmente lo malo.
浪人
RONIN
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