"No hay dolor que el sueño no pueda vencer."
Honoré de Balzac
Pasaba por la calle y lo vi ahí,
un simulacro de cadáver, sin ser perito criminalista deduzco, cual detective de
novela policiaca, dos posibles causas de muerte, muerte etílica, o muerte por
cansancio, todos necesitamos dormir, pero no todos tenemos donde hacerlo, pero
cuando el cuerpo pide paz, lo mismo da una cama acolchada que la fría banqueta
de una calle poco transitada.
Me quedo con mi segunda
hipótesis, el amigo ha muerto de sueño, por lo que en unas horas resucitará
como un zombi de película de George A. Romero y posiblemente no le apetezcan sesos
ni carne humana, pero un consomé de borrego y unos tacos le caerían como
bendición.
Muchos me miraron feo al tomarle
la foto, pero mi curiosidad de escribidor y mi periodista reprimido me
obligaron a hacerlo, el impulso me pidió hacerlo, pero la prudencia me dijo que
no, al segundo llamado del impulso entré a escena con smartphone en mano y
disparé, y te preguntas, ¿quién es?, ¿de dónde viene?, ¿tendrá casa?, ¿será
alcohólico?, ¿murió o solo duerme?, ¿estará así como resultado de sus actos?,
¿podría yo dormir en las mismas circunstancias?, ¿será culpa del gobierno?, y
así puede uno seguir, ojalá despierte y siga su camino, ojalá ya no tenga que
dormir en la calle, ojalá nunca, nadie más en el mundo, tuviese que dormir en
la calle, pero eso no pasará, y seguirán habiendo personas a quien fotografiar
dormidas en las calles que sueñan ,quizás, con un mundo mejor, una buena
almohada y un buen colchón.
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